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Como hacer más probable que tu empresa sobreviva a lo que está por venir | |||
La tercera parte de un plan de marketing es la de establecer objetivos | |||
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No es ningún secreto que nos vamos a enfrentar a la crisis económica más grave del último siglo en España, por lo que el escenario para las empresas es de incertidumbre absoluta.
En la parte inicial del plan de marketing tenemos que analizar nuestra empresa, comparándola con la competencia. Aquí es donde vemos qué es lo que hacemos mejor y lo que hacemos peor, además de estudiar el comportamiento de los que van a ser nuestros compradores. Antes decíamos que había que hacer nuestro producto visible y si podía ser hacerlo para nuestro público objetivo. Debemos saber si hay más visitas en nuestra web, si las ventas han aumentado, si hay más devoluciones, si los clientes compran más de una vez, etc., todos objetivos concretos y que se pueden medir. ¿Cómo vamos a llegar a estos objetivos? ¿Vamos a invertir en publicidad en redes sociales, vamos a hacer marketing de contenido, vamos a pagar publicidad en Google? |
Corría el mes de abril de 1994 cuando un grupo de malagueños celebramos la Semana Santa en el lejano cantón Valais de Suiza. Por aquellos tiempos dedicaba buena parte de mi tiempo a transmitir, en la medida de mis posibilidades, el Evangelio. Estaba totalmente involucrado en las tareas de evangelización del Cursillo de Cristiandad. Una tarea gestionada por seglares.
Al referirnos a las expresiones del habla cotidiana, las quejas son las principales protagonistas. Independientemente de cómo se exprese cada cual, somos muy perspicaces en la crítica dirigida a los demás y poco propensos al examen del escaparate propio. Sin embargo, no es tan sencillo pronunciarse al respecto, debido a las imprecisiones propias, las tretas ajenas y los muchos factores implicados.
Los que desde muy pronto y ya sin interrupción hemos tenido un contacto frecuente con los libros sentimos cierta incomodidad al oír consejos y expresiones como “leer es bueno”, “un libro es un amigo” o “lee lo que quieras, pero lee”. Es como si alguien dijera: “¡viva la comida!, da igual qué comas, lo importante es que comas”, o “beber es vivir, sea lo que sea que bebas, bebe”.
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