Las autoridades académicas son las encargadas de formar a los futuros ciudadanos que van a ser parte de la estructura profesional de la sociedad. La enseñanza, y experiencia, que ponen a disposición de los alumnos es de gran variedad temática. Y el modo de ilustración de las diferentes materias se basa, principalmente, en el método auditivo. Es decir, la enseñanza actual se basa en el lenguaje oral.
Durante años los educadores han detectado deficiencias de comunicación oral en los alumnos. Estos no saben hablar eficazmente en público. Sin embargo, la culpa no es de ellos ya que en la actualidad en los centros educativos no se enseña a hablar en público. Dato curioso cuando el método, por excelencia, de enseñanza es el oral. Además, el alumno debe contestar preguntas en clase, debe exponer temas y examinarse, en ocasiones oralmente.
Sumado a esto, hay que decir que el profesorado afirma que la mayor parte del alumnado se limita a las lecturas obligatorias que deben prepararse para su evaluación. Además, muchos de ellos no entienden lo que leen y, por lo tanto, no son capaces de reflexionar sobre lo leído, interrelacionarlo e interpretarlo. En definitiva, los educadores detectan en los alumnos carencias de tipo léxico y de comunicación oral. Este tipo de deficiencias hacen referencia tanto a la adquisición de un vocabulario correcto y amplio como a la entonación y vocalización necesaria para leer y exponer.
Aprender a hablar en público va a ayudar a los alumnos a sacar, y aprovechar, todo el potencial de conocimientos que han adquirido en el centro educativo, ya que la práctica de esta enseñanza otorga, a quien la trabaja, autoestima y seguridad en sí mismo. Se trata de unas aptitudes muy necesarias para el menor a la hora de dejar el ámbito educativo y enfrentarse al mundo universitario o laboral. Es necesario prepararles lo más ampliamente posible para que este cambio no influya negativamente en ellos.
En definitiva, la comunicación oral es imprescindible para adquirir autoestima y seguridad a la hora de exponer y dar cuenta tanto de la materia estudiada en un ambiente académico como de los logros y trayectoria en un ambiente profesional.
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