Oímos estos días cómo personas, entendemos intelectualmente formadas, “BARBOTEAN” palabras en voz baja, de forma entrecortada y confusa (como que no quieren que se les oiga).
El genio de la ESTUPIDEZ suele sonreír cuando la impotencia de la necedad sale a la luz. Su defensa siempre será la misma y tú más.
Si la modernidad de la mujer significa que lo intelectual, la belleza natural y la expresión cariñosa se TRANSFORMEN en un “SER” corto y grosero, con rostro amargado y una expresión de desprecio… entonces prefiero a la MUJER ANTIGUA, hija de una época, dueña de sus ideas, mujer orgullosa de sí misma. Señoras “modernas” o mejor “modernizadas” del gobierno (condición para llegar y escalar con rapidez), no se engañen… todas las modas pasan, menos los principios, precisamente porque no son modas. ¡Señora Carmen Calvo, señor José Félix Tezanos, señor José Luis Ábalos y… todos los siguientes y siguientes, reproductores imitadores de sonidos, que dicen lo que dicen, que hay que decir!
No sean fariseos, que alimentan el turismo por eso de los PGE y luego se escandalizan de la cerveza, de los mejillones, de los berberechos, de las tabernas, de los chiringuitos y de los restaurantes… (turismo puro de convivencia feliz) PSOE, andaluces de casta, el vinito de Jerez, el jamoncito jabugo, los piquitos camperos, cerveza tostada, gambitas y sardinitas al fuego, mejillones al gusto y… amigos, amigotes, amigotas, bares, tabernas, restaurantes, clubs de alterne…
¿No les suena de algo?...
¿No es ahí, donde el dinero de todos, iba a parar?
Con la “luz maravillosa del sur”, no pueden decir que no veían.
Señores, no soy político, soy uno más, que disfruta de la riqueza humana del pueblo español, con un vino de pitarra, una rajita chorizo, un tertuliano a la puerta y, ¡hasta luego Mariano, nos vemos!
No escupan, señores para no más nombrar, no escupan, que ensucian la calle de todos, la de la libertad.
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