Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas

Cargar la suerte

Una decisión nada afortunada
Francisco J. Caparrós
lunes, 8 de junio de 2015, 23:00 h (CET)
Sorprende lo bien que le han sentado al diestro de camas los trece meses escasos que ha pasado a la sombra, después de que fuese condenado a prisión por homicidio imprudente. De los dos años y medio que dictó la sentencia, apenas ha cumplido la mitad y ya está en la calle con el tercer grado en la mochila. Eso es lo único que al parecer carga en ella, porque al salir de la cárcel de Zuera para enfrentarse a los medios congregados ante las puertas del centro penitenciario, no pronunció una sola palabra de arrepentimiento por lo que le hizo a Carlos Parra esa fatídica noche del 28 de mayo de 2011, cuando al volante de su todoterreno triplicaba la tasa de alcohol en sangre permitida, ni tampoco de sentido consuelo a sus deudos.

Tengo que reconocer sin embargo, que al salir su aspecto era envidiable. Nada que ver, en cualquier caso, con la cara de panocha con la que acudió la primera vez a declarar a los juzgados de Sevilla. Francamente, no parecía que hubiese pasado todo ese tiempo en la trena, alejado de sus seres queridos. Eso, probablemente, habrá indignado todavía más si cabe a la viuda de Parra, que no es capaz de entender cómo es posible que al exmatador de toros se le haya concedido tal licencia, cuando ella no ha acabado todavía de penar por su difunto esposo.

Decisiones como esa, aunque tomadas qué duda cabe con el Código Civil en la mano, dejan muy mal sabor de boca a quienes creen que determinadas condenas tienen que cumplirse por completo o en su práctica totalidad. Tendríamos que ver la cara de tonta que se le habrá quedado a la viuda tras conocer la noticia, para ser conscientes de hasta qué punto es cruel este tercer grado con el sufrimiento de los damnificados. De ahí que no me extrañe en absoluto que se haya precipitado a entregar un recurso condenando esa decisión.

Noticias relacionadas

Francisco Paesa, estafador y espía, protagonizó en los años 90 uno de los episodios más estrambóticos relacionados con la corrupción durante la etapa del gobierno de Felipe González. Después de una vida dedicada a negocios con el solo objeto de timar incluso a dirigentes más allá de nuestras fronteras y al espionaje internacional, se involucró en uno de los casos más escandalosos de la época, como fue el del entonces Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán.

Tal vez todo se reduce a que estamos viviendo tiempos de incuria, definida en el diccionario como abandono o falta de cuidado. Es decir, dejadez. Nuestro vocabulario se va simplificando, se acorta en variedad y nos faltan palabras para conceptuar lo que está ocurriendo; igual por ello no somos capaces de remediarlo.

La dejación de sus funciones y la cobardía política de Mazón al no decretar el cierre total de actividades en la Comunidad Valenciana a pesar de declarar la AEMET la alerta roja para la zona, le habría convertido en cómplice indirecto de la devastadora DANA.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto