No hay dato nuevo sobre la aerolínea Plus Ultra que no huela a corruptela putrefacta de la política bolivariana y favor interesado del Gobierno español. La oscuridad sigue siendo la principal característica de esta trama mafiosa. El rescate ha dejado de ser sólo sospechoso para convertirse en pura maldad y favoritismo al accionariado chavista. Bruselas no se chupa el dedo y ya ha recibido denuncias al respecto. De momento, y mientras no finalice la investigación abierta a Plus Ultra y a los 53M de dinero público, España no recibirá ni un solo clavel (Ursula von der Leyen, dixit).
Con los datos en la mano, en ningún momento y desde ningún punto de vista puede considerarse empresa estratégica, algo que era consustancial para el rescate. Si el Gobierno español no aclara las dudas cuanto antes, cada vez serán mayores, como ya lo son las sospechas de malversación, trato de favor y caciquismo hacia Plus Ultra. Estamos hablando de dinero público y, si no se aclara pronto, será porque tiene todos los parabienes para ser considerado un escándalo de envergadura. A ver si ahora va a ser verdad que el dinero público no es de nadie, como decía la vicepresidenta segunda del ya desprestigiado e insensible Gobierno.
Ahora resulta que “la mitad de los miembros del Consejo Gestor que aprobaba estas ayudas no asistieron a una sola de las reuniones en las que se decidió concederle la ayuda de 53 millones de euros a Plus Ultra”. Por tanto, estamos hablando de corruptela, manipulación, deficiente información, anomalías en la gestión administrativa, trato de favor y negligencia. ¿Cuál es el impacto de esta compañía respecto a nuestro tráfico aéreo? Infinitamente pequeño, casi insignificante, por no decir despreciable ya que los trayectos que cubre también lo hacen otras compañías.
Ahora también nos encontramos con que la aerolínea AlbaStar no quiere ser menos que Plus Ultra y Air Europa, de ahí que haya solicitado rescate por un montante de 25M. Venga, venga, chapucero el último, que para eso cuenta el SEPI con 10.000M. Plus Ultra ya está ante la Justicia. ¿Quién será la siguiente?
No falta más que acaben tirando el dinero a la rebatiña. Esos 53M de euros hubieran venido de perlas para quienes se han quedado atrás con la pandemia y con las nefastas políticas de izquierdas. A ver por dónde sale María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en el tema de AlbaStar: si justificó la ayuda de Plus Ultra, no duden de que justificará también ésta porque las cifras de operaciones y tráfico suponen menos del 1% del total nacional, sólo seis aviones y todos en régimen de alquiler.
Escuchar a la quemada ministra de Hacienda, ‘Mariasú’, hablar de empresa “estratégica y relevante” me hace pensar que llegan a ministros los más mentirosos, cafres, obedientes e irreflexivos. Lo triste del caso es que son los bueyes con los que hemos de arar hasta que pasen dos años más. Al menos, la ciudadanía tiene la esperanza de que el ciclo ha cambiado y de que la siniestra ya va en franco retroceso.
Con tanta porquería en circulación, cualquiera puede pensar que las furtivas maletas de Delcy Rodríguez escondían algo grave, que el Gobierno putrefacto esconde, pero que acabará por conocerse. No es más que seguir la secuenciación de hechos y resultados. Si el accionariado de Plus Ultra, con personajes próximos al Gobierno bolivariano y a Maduro, está todo dicho y claro. Sabremos si, de esos 53M entregados a Plus Ultra, regresa algo con destino a bolsillos conocidos, sea Sánchez, Zapatero, Ábalos, personajillos de Podemos…
Ante tanta porquería flotando en la ayuda a la aerolínea Plus Ultra, no es extraño que otras, también deficitarias y más estratégicas que Plus, exijan igual trato. Según AENA, Plus Ultra representa el 0,03% del tráfico aéreo español. Hay sobradas sospechas de que sea un pozo negro o un sumidero sin arqueta donde todo cuanto entra ya está redirigido.
Miedo me da que parte del dinero que llegue de Europa acabe en ese sumidero inmundo y miles de millones terminen en Venezuela para exaltar el “carnet patriótico”.
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