El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha afirmado este domingo que pone
un plazo de cuatro meses para evaluar el avance de las negociaciones con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras lo que decidirá si continúa con el
proceso de paz en la capital de Cuba, La Habana.
El Gobierno colombiano ha accedido este domingo a un "desescalamiento" del conflicto
en paralelo a los cuatro meses de cese el fuego unilateral anunciados por la guerrilla y
que entrará en vigor el próximo 20 de julio.
"Vamos a estar vigilantes sobre lo que hoy se pactó. En cuatro meses a partir de ahora,
dependiendo de si las FARC cumplen, tomaré la decisión de si seguimos con el proceso
o no", ha sostenido.
Así, Santos ha recalcado que "este desescalamiento no es un alto el fuego bilateral,
pero sí un avance para humanizar la guerra, para evitar más víctimas, mientras se llega
a un acuerdo definitivo".
"Los colombianos necesitan hechos de paz para recuperar la confianza en el proceso.
Eso es lo que ha ocurrido hoy en La Habana: se ha tomado una decisión que nos da
una nueva luz de esperanza para llegar a un acuerdo final", ha valorado.
"Tenemos que lograrlo, y a pesar de las dificultades, que no niego, vamos a lograrlo, con
el apoyo del país y del mundo entero, que también nos mira con esperanza e interés", ha
añadido Santos.
"A la paz no hay que tenerle miedo, a la guerra sí", ha dicho, abogando por acelerar las
conversaciones para llegar cuanto antes al fin del conflicto. En este sentido, a pedido
"avances sin demoras".
Santos ha recordado que "el alto el fuego y la dejación de armas se vienen discutiendo
en una subcomisión donde hay militares y policías en servicio activo del más alto
rango", puntualizando en que esto "da la tranquilidad y la confianza de que lo que se
pacte se hará bien".
VERIFICACIÓN A TRAVÉS DE LA ONU
El mandatario colombiano ha desvelado también que durante la jornada se ha pactado
que la subcomisión "cuente con el apoyo de un delegado del secretario general de
Naciones Unidas y un delegado de Uruguay, que es el país que más experiencia tiene en
este tema".
"Ellos van a contribuir al monitoreo y verificación, que es una condición indispensable
para que un posible cese al fuego le dé garantías y confianza al pueblo colombiano", ha
explicado.
Así, ha expresado su deseo de que con este respaldo por parte de la comunidad
internacional "se avance más, se avance mejor y más rápido en este punto
fundamental", recalcando que, mientras tanto, es fundamental "desescalar" el conflicto.
"Hemos venido hablando en medio de la guerra, pero los colombianos cada vez
entienden menos que en La Habana se hable de paz mientras en Colombia continúan
los ataques y los muertos", ha dicho.
"Hay que comenzar ya a frenar las muertes, la destrucción y el dolor que deja cada día
este enfrentamiento absurdo", ha recalcado. "Si ellos suspenden su ofensiva contra el
país, nosotros procederemos a desescalar las acciones militares", ha argüido.
En este sentido, Santos ha subrayado que las autoridades "no van a desproteger ni un
segundo a los colombianos". "Nuestras Fuerzas Armadas están listas para un gradual
desescalamiento, si las FARC cumplen", ha dicho.
"Si no cumplen, estarán listas para enfrentarlas, con la determinación y contundencia
con que siempre lo han hecho", ha apuntado. Sin embargo, ha puntualizado que lo que
se busca "no es un cese de hostilidades de unos meses, sino parar la guerra para
siempre".
UNA PAZ "JUSTA"
"La paz que logremos será una paz justa, digna, sin impunidad, pero sobre todo, una
paz necesaria. Colombia tiene todo el derecho a crecer sin guerra, a vivir en normalidad,
a que nuestros niños vivan felices y sin miedo", ha manifestado el mandatario.
Así, ha asegurado que los diálogos continuarán con las 'líneas rojas' sin
modificaciones. "No se discute ningún tema que esté fuera de la agenda
preestablecida", ha señalado.
"No se discute nuestro sistema democrático, ni nuestro modelo económico, ni la
propiedad privada, ni el tamaño ni el futuro de nuestras Fuerzas Armadas", ha
remachado el mandatario.
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