Reconozcámoslo, hemos estado los últimos meses preparándonos trabajando duro para lucir palmito. El verano ya está aquí y, tras semanas de entrenamiento y estricta dieta, ahora toca disfrutar de los días de playa, chiringuito y tumbona. Pero cuidado que, por todos es conocido, que las vacaciones vienen acompañadas de algún que otro exceso, que se puede convertir en unos kilos de más cuando volvamos a la báscula.
Pero no nos agobiemos, porque la asesora nutricional de Anaconda Foods, María Caro, viene a contarnos cuáles son las costumbres que tenemos que evitar y cómo solucionarlo, para que no se eche a perder la operación bikini, que tanto nos ha costado:
1. Practicamos menos deporte: Una vez conseguimos el objetivo del físico del verano y empezamos a disfrutarlo, se nos olvida mantenerlo y caemos en el sedentarismo. Será cuestión de semanas ver que nuestro cuerpo retrocede y echamos por la borda todo el sudor que nos costó llegar a él. No es necesario seguir una estricta rutina, basta con aprovechar los días de piscina o playa para nadar un poco, pasear, jugar a las palas o practicas algún deporte acuático, como paddle surf o piragüismo, pues no solo te ayudará a mantenerte, sino que, además, te sentirás enérgico y saludable.
2. Tenemos más comidas copiosas: En verano tenemos más tiempo libre y más planes, que siempre van de la mano de comidas y cenas con amigos, los siete días de la semana. Intenta optar por aquellos platos típicos de la estación, que son frescos y sanísimos, como las ensaladas, gazpacho o melón con jamón, y cambia el pescado frito por riquísimos espetos a la brasa, que además de estar deliciosos, aportaran gran cantidad de nutrientes.
3. No bebemos suficiente agua y demasiado alcohol: Vacaciones y cervecita parece que van de la mano… y más aún en verano. El alcohol es una de las bebidas que más nos engordan. No es necesario que te vuelvas abstemio, pero intenta controlar su consumo, optar por bebidas más saludables como el vino (y si es rebajado con gaseosa, mejor) y combinarlo bebiendo mucha agua. Prueba a combinarla con pepino, mental o limón, que además de refrescarte en estos meses de calor,está buenísima y es la mejor aliada para que mantengamos la energía y luzcamos radiantes.
4. Picoteamos más frecuentemente: El verano es probablemente una de las épocas que más se caracteriza por el picoteo entre horas. Ese aperitivo con amigos en el chiringuito, donde es inevitable caer en la tentación de acompañarlo con algún piscolabis insano. Pero no te preocupes, no te vamos a decir que no lo hagas, solo se trata de escoger bien, como unas aceitunas o unos snacks saludables a base de proteína vegetal, al horno y sin harinas procesadas. 5. Ojo con los helados: El dulce por excelencia del verano, tan fresco y sabroso… pero también tan cargado de calorías y aditivos artificiales. Los helados son un placer del verano, pero no debemos abusar de ellos. Una buena alternativa es optar por helados de frutar naturales, incluso hacerlos tú mismo en casa, como un sorbete de sandía, helado natural de plátano, granizado de limón o de frutas, son algunas de las opciones que puedes tener en cuenta.
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