La llegada del verano, es uno de los momentos más deseados por los más pequeños, puesto que es sinónimo de diversión, tiempo libre y vacaciones. Durante unos meses, dejan de lado las obligaciones escolares para descansar y disfrutar de su entorno. Sin embargo, el período estival también es un buen momento para seguir aprendiendo fuera de las aulas y no olvidar todos los conocimientos adquiridos a lo largo del curso. Actividades en familia, campamentos de verano o viajes son algunas de las actividades más comunes para fomentar el aprendizaje entre los más pequeños divirtiéndose y disfrutando.
“El verano y los meses de vacaciones son la mejor recompensa para los alumnos tras su trabajo durante todo el año, pero no hay que olvidar que incluso durante este período es importante continuar con el aprendizaje. Por ello, debemos seguir unas pautas para favorecer que los niños disfruten de su descanso al mismo tiempo que siguen aprendiendo, ya que se trata de una época destinada también a desconectar”, afirma Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools.
La adquisición de competencias para la vida no solo se realiza en el colegio, va más allá de lo académico. Por ello, el periodo de vacaciones es ideal para introducir nuevas formas de aprender e interactuar con nuestro entorno, ofreciéndoles otras situaciones de aprendizaje informal, en la naturaleza, viajando o jugando. 3 claves para fomentar el aprendizaje de nuestros hijos en verano ● Actividades en familia: Tanto si pasamos las vacaciones en casa como si salimos de viaje, debemos tener en cuenta que será esencial planificar actividades para realizar en familia. Hay un sinfín de planes para todos los gustos e intereses, como ir a la piscina, al parque, a la playa o montar en bici, o actividades más educativas como ir a un museo, al teatro, aprender a cocinar o a hacer bricolaje.
● Aprender jugando: Jugar es esencial para el desarrollo cognitivo de los niños, puesto que activa capacidades como la creatividad, la inteligencia, la afectividad o la motricidad. Además, les ayuda a crecer en autonomía, habilidades sociales, y capacidad de adaptación. El verano es el mejor momento para promover juegos al aire libre, en familia o con otros niños, que contribuyan a fortalecer todas las competencias adquiridas durante el curso.
● Campamentos de verano: Los campamentos de verano ofrecen una serie de beneficios necesarios para el correcto desarrollo personal, físico, cognitivo y social, además de una gran riqueza de experiencias de aprendizaje en un entorno de ocio, respeto y diversión. Un ejemplo son los Summer Camps de Brains International Schools, que ofrecen actividades para todos los gustos como sus programas Fine Arts, Robotics & English, Campus Rock o DJ Academy. Fomentar el repaso durante las vacaciones de verano Para muchos estudiantes, el verano también supone un tiempo de trabajo de refuerzo de los conocimientos adquiridos a lo largo del curso. De hecho, son muchos los profesores que mandan tareas a sus alumnos para no olvidar lo aprendido. Sin embargo, será esencial contar con una buena planificación para encontrar el equilibrio entre el tiempo de estudio y el tiempo de ocio que permita descansar.
“El repaso durante el verano es muy importante para que los conocimientos adquiridos durante el curso no se pierdan. Será mejor organizar las tareas de verano en tiempos cortos y con una frecuencia diaria que acumularlo todo para el final. Por otro lado, debemos respetar que durante al menos dos o tres semanas el niño pueda también descansar de este repaso. Además, es importante llevar una rutina diaria a lo largo del verano, estableciendo un horario diario más relajado que durante el período lectivo pero que logre que de cara a la vuelta al colegio en septiembre no resulte complicado adaptarse”, concluye Ana Herrero.
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