Una fuente más de estrés. Así ha sido la pandemia provocada por el coronavirus desde sus inicios, con sus altos y sus bajos. Pero cuando parecía que el ambiente estaba tranquilo, las últimas incidencias acumuladas tan elevadas y la incertidumbre de lo que está pasando en este momento ha reactivado la sensación de estrés en la ciudadanía.
Los especialistas en tratamiento de estrés de Co&Co Training han realizado un estudio que demuestra el impacto del estrés por todo lo que rodea al COVID en la sociedad española. Marisol Nieto, socia Directora, explica que “desde el inicio de la pandemia el estrés asociado a la situación ha tenido sus picos, como el propio virus. El inicio hizo mucha mella en el estado de ánimo, en las preocupaciones y en general incrementó el nivel de estrés. Luego, a medida que la situación se estabilizó y ahora con este repunte en plena campaña de vacunación vuelven a subir los casos de personas con un nivel de estrés por encima del habitual”.
Y es que las dudas con la efectividad de algunas vacunas por los casos de reinfección, la propagación de la variante Delta y la poca certeza en cuanto a las nuevas restricciones en las distintas Comunidades han provocado ese temor ante lo desconocido generando un estrés palpable. En este sentido “hemos notado un incremento notable en nuestras consultas de personas que se sentían preocupadas y con el nivel de sus variables fisiológicas alteradas, algo que denota un estado latente de estrés. Cuando tratamos esos síntomas a través de biofeedback nos explican casos de familiares reinfectados, hospitalizados y de vacaciones suspendidas por los repuntes en otras Comunidades o países”, explican desde Co&Co Training.
Al igual que ocurre con la variante Delta, la preocupación también se propaga entre la población. Los anuncios de terceras dosis en Pfizer o las informaciones sobre el nivel de anticuerpos que deben tener las personas para evitar reinfecciones también son otras inquietudes.
Y, en esta época, cuando la sociedad empezaba a disfrutar de una ‘nueva normalidad’ ve la sombra de restricciones que pueden obstaculizar el disfrute de sus vacaciones, del ocio y, en algunos casos, de la actividad de sus negocios. Con esta nueva situación, el estrés es un viejo componente más que se une al estado de ánimo de la sociedad española.
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