Más del 30% de la población española es intolerante a la lactosa, según la Asociación de Intolerantes a la lactosa de España (Adilac). Esta incapacidad de digerir la lactosa, un azúcar que se encuentra en la leche que proviene de los mamíferos, aparece con frecuencia por un tema genético y otras veces es producida por otra causa, como por ejemplo, el síndrome de intestino irritable, celiaquía, nutrición deficiente por anorexia o bulimia e incluso la ingesta de ciertos medicamentos.
Tras recibir el diagnóstico médico de esta alteración surgen muchas dudas sobre cómo adaptar la dieta. Kaiku Sin Lactosa ha recopilado los principales alimentos que los intolerantes a la lactosa no pueden consumir y quiere recordar que, con una dieta equilibrada, natural y de temporada, los intolerantes a la lactosa pueden evitar los alimentos prohibidos sin demasiado esfuerzo. Además, la gama de productos sin lactosa, ricos y ligeros ofrece alternativas para los lácteos (nata, leche, yogures, queso, etc.), y ante cualquier duda sobre qué alimento consumir, recomienda mirar las etiquetas o preguntar al fabricante.
Alimentos prohibidos para intolerantes a la lactosa
El pan: aunque no todos los tipos de panes deben quedar excluidos,sí el pan blanco o de molde y el que incorpore leche en su elaboración. Los de maíz, trigo o centeno, no utilizan lácteos en sus formulaciones y son una buena alternativa.
Embutidos: toda la clase de embutidos que puedes encontrar en el supermercado. Es decir, el típico fiambre, chorizo, jamón york, etc. Algunas marcas cuentan con líneas de productos sin lactosa en embutidos, salvo que aparezca esto en el envase, es mejor evitarlos.
Sopas: las de sobre o cremas preparadas en polvo o listas para consumir. Mejor preparar sopa casera o puré de verduras para asegurarnos que no llevan lactosa.
Platos preparados: es imprescindible con ellos comprobar los aditivos, pues muchos de los precocinados incorporan sustancias potenciadoras del sabor que incluyen lactosa.
Congelados: similar a los platos listos para comer, como es el caso de las patatas fritas congeladas, las carnes empanadas o las croquetas, que recurren a elementos con lactosa para su conservación o mejorar su sabor. Puedes encontrar helados de soja sin ningún derivado lácteo.
Saborizantes: todos aquellos productos que se suelen emplear para condimentar las comidas, las paellas, los guisos, añaden lactosa, por eso es fundamental mirar la etiqueta.
Bollería y dulces: en general, la mayoría de los procesados incorporan lactosa, y es por ello que está presente en la bollería industrial y dulces como el chocolate con leche, los bizcochos, etc.
Sustitutos de comidas: las barritas energéticas, los batidos de proteínas y los productos que sustituyen a las comidas, también la pueden añadir lactosa.
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