En las principales ciudades de Cuba, el domingo 11 de julio, miles de cubanos salieron a las calles a protestar contra el gobierno por las insoportables condiciones de sus vidas. En muchos casos estuvieron liderados por artistas y personajes de la cultura cubana. Las causas del descontento de los manifestantes son la escasez de alimentos, medicinas y libertad. Las manifestaciones, que continuaron incluso en los días siguientes, son el resultado de los graves inconvenientes que sufrieron los cubanos tras el embargo de diez años y las sanciones impuestas por Estados Unidos. Con la crisis económica y de salud debido a la pandemia de Covid-19, los cubanos ahora se encuentran enfrentando una situación más allá de los niveles de tolerancia.
En varias ocasiones los manifestantes chocaron con las fuerzas policiales cubanas con la detención de muchos protestantes y decenas de periodistas que estaban acercando la realidad cubana a la atención de la opinión pública internacional.
La oficina política del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) presidida por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel con la participación del General de Ejército Raúl Castro Ruz se reunió en La Habana para abordar la situación del incendio. Con un documento final, el comité central identificó a elementos contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos como los causantes de las manifestaciones con el objetivo de darle un golpe de gracia al gobierno cubano tras el asfixiante embargo. El mismo comité también destacó que la mayor parte de la población cubana defiende la Revolución y se opone a las manifestaciones.
Muchos países latinoamericanos se han movido en apoyo del gobierno cubano. Los primeros en hablar fueron los presidentes de Argentina y México que pidieron el bloqueo de las sanciones de Estados Unidos e invitaron a las partes a buscar una solución a través del diálogo. Inmediatamente se les unió el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien se encuentra en una situación económica / política similar.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó su pleno apoyo a la lucha del pueblo cubano y mostró su total disconformidad con las amenazas que reciben quienes quieren ayudar al pueblo cubano violando el embargo estadounidense. El apoyo del presidente boliviano también fue para el gobierno cubano que está abordando la desinformación y los ataques políticos extranjeros. Sus declaraciones son claras referencias a las acusaciones que ha lanzado el presidente cubano Miguel Díaz-Canel contra la campaña de desestabilización y desinformación tramada por la Casa Blanca, ayudada por una prensa corrupta, con el objetivo de provocar al gobierno cubano.
China también expresó su opinión sobre las manifestaciones. Su gobierno se solidarizó con el presidente cubano y pidió a Estados Unidos que levantara el embargo, señalando que esto es la causa de las penurias de la población cubana.
A través del portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores de la UE, Peter Stano, y del jefe de relaciones exteriores de la UE, Josep Borrell, la Unión Europea considera inaceptable la detención de periodistas y manifestantes que protestan por sus condiciones y pide su liberación inmediata. La Unión Europea también espera que los cubanos puedan disfrutar de sus libertades y que puedan enfrentar la pandemia de Covid-19 sin escasez de terapias adecuadas. Este deseo es una consecuencia directa de las decisiones de política sanitaria de la Unión Europea, que se ha fijado la tarea de abordar la pandemia incluso más allá de las fronteras europeas para evitar que las variantes agresivas del virus Covid-19 que se dejan libres para replicarse se desarrollen en áreas distantes. sin control.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que forma parte de la situación cubana, se pronunció en apoyo del pueblo cubano al afirmar: "No creo que hayamos visto algo así en mucho, mucho tiempo" y luego instó al gobierno cubano a abstenerse de episodios de violencia contra sus ciudadanos mientras "reivindican sus derechos universales".
Si bien a primera vista podría parecer que el presidente Joe Biden quiere confirmar sus posiciones sobre el embargo y las sanciones económicas contra Cuba y que no las reconoce como las causas de la crisis económica, social y de desarrollo, también es cierto que la pandemia Debe ser Covid-19 puede haber cambiado las prioridades de la Casa Blanca. Al igual que la Unión Europea, Estados Unidos también acordó que la solución definitiva a la pandemia, con la plena recuperación de la economía mundial, deberá pasar por la oferta de asistencia sanitaria a todos los terceros países para evitar dejar focos de infectados mal tratados.
Ahora está claro que la amenaza para la salud global son las variantes del coronavirus que se desarrollan donde la Covid-19 puede propagarse sin conflicto. Si esto se ha aceptado, será difícil para todo el mundo y por lo tanto también para Estados Unidos dejar a todo un estado como Cuba en la pobreza sanitaria debido a embargos y sanciones.
Esta revolución cubana, hija del embargo estadounidense, si por un lado se ha visto agravada por la pandemia Covid-19, probablemente será la lucha mundial contra la pandemia, que está a punto de emprender la Unión Europea, para convencer el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para eliminar de una vez por todas las sanciones impuestas a Cuba.
De ser así, el pueblo cubano podrá obtener la atención de salud necesaria, desarrollar su economía y alcanzar la libertad, mientras que toda la población humana no correrá el riesgo de encontrarse con nuevas y peligrosas variantes del coronavirus.
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