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La variable Dios

Cómo construir una máquina del tiempo
Francisco J. Caparrós
martes, 25 de agosto de 2015, 06:16 h (CET)
Hace ya varias semanas que vengo rastreando en busca de un libro, que lleva por título el mismo epígrafe entrecomillado que precede a estas líneas. Por el momento resulta ser una tarea de lo más ingrato, máxime cuando todavía no he podido encontrarlo, pero sobre todo porque ninguno de aquellos libreros a quienes me dirigí personalmente durante mis pesquisas, hizo nada por disimular una mueca de conmiseración dibujada en aquellos desagradables rictus sardónicos.

Dicho esto, quiero aclarar que no siento la mínima debilidad por la obra de Paul C. W. Davies, biólogo y profesor de astrofísica en la Universidad de Arizona, a quien la sociedad presuntamente más en vanguardia del planeta Tierra debe trabajos tanto o más significativos como Dios y la nueva física, La mente de Dios y El quinto milagro. Sin embargo, me intriga sobremanera conocer qué tiene que decir a este respecto alguien que, en palabras de Mariano Artigas, filósofo y sacerdote español fallecido en 2006, se ha hecho millonario escribiendo acerca de Dios. De hecho, hasta hace más bien poquito, tan sólo había oído hablar de este cosmólogo norteamericano gracias a su estrambótica noción del corpus de conocimiento, que el propio Davies concibe de la siguiente manera: tanto la religión como la ciencia están basadas ambas en la fe.

Con silogismos como ese, y algunos otros que no voy a reproducir aquí por pura cautela, se intuye grosso modo en qué puede derivar la redacción del mencionado texto, pero aun así no me duelen prendas de nuevo en confesar que sigue intrigándome el tratamiento que le puede haber dado el autor a la remota posibilidad de poder viajar en el tiempo, en un futuro más lejano que próximo; pero sobre todo, al papel que el físico británico tiene reservado a un creador que, un día sí y otro también, no deja nunca de desconcertarnos.

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