Las altas temperaturas afectan de forma directa sobre la piel de los adultos mayores, aumentando la transpiración transepidérmica, esto es la eliminación de agua a través de la piel, lo que provoca la aparición de la xerosis y deshidratación de la misma. Para sobrellevar la ola de calor que está atravesando prácticamente toda España, los expertos alertan de la importancia de cuidar la piel de los adultos mayores y extremar la higiene e hidratación de la misma.
“Es de vital importancia mantener la piel del adulto mayorlimpia, seca e hidratada en todo momento. Si cumplimos estas premisas evitamos la aparición de la xerosis que es la sequedad de la piel, prestando mayor atención en las extremidades superiores e inferiores, también hay que evitar el exceso de humedad que puede afectar de forma negativa a la piel”, advierte Carlos Lorenzo, enfermero de Essity especialista en el manejo de la continencia y cuidado de la piel, en el marco del Día del Abuelo.
Durante estos meses de temperaturas altas y mayor humedad debido a la estancia de los ancianos en playas y visitas a las piscinas, Lorenzo recomienda cuidar la piel de los adultos mayores a través de la alimentación (beber entre 2 y 2,5 litros de agua a diario y seguir una dieta rica en frutas y verduras). En cuanto a la higiene diaria, “se debe utilizar jabones con un PH neutro y que no sean muy espumantes o con surfactantes no iónicos, aplicados con soportes que no realicen mucha fricción en la piel, también se puede utilizar como higiene suave la higiene sin aclarado a base de lípidos”, señala.
Tanto en la ducha como en el baño se debe emplear agua templada y no por un espacio mayor de tiempo de 5 minutos. Tras la exposición al agua, es conveniente hidratar bien la piel.
En el caso en el que los ancianos visiten la playa o acudan a la piscina, es recomendable evitar la exposición solar durante esta franja horaria desde las 11 horas a las 17 horas; aplicación de cremas de alta protección solar; cubrirse con ropa fresca, ligera y taparse la cabeza con gorro. Después del baño, se deben secar bien la piel en especial la zona donde se tengan repliegues cutáneos, sin realizar fricción, para evitar lesiones por humedad. “Por último, es importante prestar especial atención en adultos que tengan algún tipo de patología como puede ser la diabetes o la incontinencia”, advierte.
La piel de las personas con incontinencia se vuelve vulnerable debido a la humedad y/o a la irritación química que la orina, el sudor o las heces provocan. Esto, puede alterar la barrera protectora de la piel, haciéndola más frágil y aumentando la probabilidad de que se rompa.Por lo tanto, es importante mantener la piel de los pacientes siempre seca y ventilada seleccionando productos absorbentes de calidad y asegurando una correcta higiene diaria.
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