El pasado 3-O fue llevado a cabo el estreno de la obra zarzuelística del insigne Barbieri, “Los carboneros”, por la compañía La Soubrette, en el Teatro Corral Cervantes en el marco incomparable del Festival Lírica al Margen, coordinado por la inasequible promotora May Fernández.
Fue la susodicha puesta en escena un primoroso espectáculo al que únicamente se le podría reprochar su cortedad temporal (escenográficamente hablando), y no porque objetivamente dure poco la representación, sino porque el respetable quedará invariablemente preso de la sensación de que querría seguir embarcado en la contemplación de tan placentero espectáculo, por entre el cual se entreveran destellos de un gracejo y humorismo de cierto universal casticismo, así como deliciosas piezas del más encandilador bel canto.
Pero no quedaba la cosa en la magistral técnica vocal de los intérpretes, sino que hallaba continuidad en la lozanía de sus actorales desempeños, dechado de intrepidez, pues intrépidas y trepidantes resultaron sus interacciones interpretativas, algunas de las cuales llegaron a rayar con lo astracanesco para fruición del respetable, que, ora embelesado, ora desternillado, rio y aplaudió sin sentido de la mesura ante el talento desplegado sobre las tablas por Sara B. Viñas, Mar Pérez Cano, Jesús Lumbreras, Benjamín Zafra y Fede Sánchez García.
Asimismo se hizo justicia a nuestro género chico rescatándose, para su puesta en liza, esta obra que es un auténtico patrimonio artístico y cultural.
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