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Inmigrantes, población errante, nueva nación

la inmigración indocumentada es un problema de oferta y demanda de empleos en esos imperios capitales
Bayardo Quinto Núñez
sábado, 16 de octubre de 2021, 10:07 h (CET)

Inmigrantes con ideales y sin derechos, eso no es justo. Da inmensa tristeza: ver que muchos congéneres-nuestra misma raza-, tienen que abandonar su país, para buscar una mejorada forma de vida, y desafortunadamente en ciertos casos, encuentran la muerte, entre otras cosas. Es un serio problema la emigración, en el mundo, partiendo estos para los potencias mundiales capitales, y otros países, especialmente para los EE.UU. Ellos, se labraron su propio destino, seguro por las escasas opciones de sobrevivir, en sus países, buscan del pan de cada día, lo cual, tiene un inmenso valor.


El inmigrante, es seguro, no quiere caridad, quiere un trabajo para sobrevivir y ayudar a sus familias, en la gran mayoría de casos. Exactamente, esto no lo han entendido, estas potencias mundiales, y ciertos países. Es lo deshumanizante en contra de los inmigrantes. Deberían entender que: ellos van a trabajar, y de esa manera ustedes obtienen mano de obra barata, porque los explotan. Empero, se entiende también, que ciertos inmigrantes, se dedican al desorden, a esos les debería caer el peso de la ley, y no al inmigrante trabajador, a éste se le debería apoyar legalizándoles porque están sirviendo al desarrollo de sus países.


Efectivamente, la inmigración indocumentada, es un problema de oferta y demanda de empleos en esos imperios capitales, y no de simples leyes que neutralizan el humanismo, y tampoco es de estarse lanzando bardas, o ir contra río, y etc., para ir a buscar el pan de cada día, eso sí, es digno de alabar y plausible por la enorme valentía que tienen estos hermanos indocumentados que, se arriesgan al todo, por sus vidas y para que otros sobrevivan. Los más beneficiados son los países y todavía no lo han comprendido, pues sin esa mano de obra otra realidad les tocaría vivir.


Por supuesto, no sólo hay indocumentados en EE.UU., ahí está el mayor cúmulo. A manera de ejemplo, si desaparecieran todos los indocumentados de EE.UU., entre otros países, sus economías se verían seriamente entorpecidas, porque no tendrían esa fuerza laboral, y ¿Quién se las haría? sopesen que los inmigrantes, llegan a jugarse la vida por el pan de cada día, eso es dignidad y tiene un valor incuantificable humano, y que su fuerza de trabajo siempre les es útil. ¿Cuál es el daño que hacen los indocumentados? 


El hecho de ir a trabajar a bajo costo salarial, o hasta que los menosprecien ultrajen, violen, y demás, por ser indocumentado, eso no significa dañar a EE.UU., y los otros imperios mundiales, o países dónde hay inmigrantes, deberían sentirse agradecidos que, por todos los hispanos y su tesón de trabajo no se han derrumbado ¿y si todos los hispanos regresaran a sus países? ¿Qué sería de de estos países? Serían cuantiosas e inestimables las pérdidas económicas.


Deberían de legalizar a todos los ilegales y ya se acabó el cuento. A EE.UU., y países como Costa Rica, les conviene andar en bandeja de oro a todos los trabajadores indocumentados y los documentados, pues de estos dependen en gran parte. Magistralmente, Alejandro Dumas dice en su obra: LA DAMA DE LAS CAMELIAS”: ¡“Los esfuerzos de todos los hombres inteligentes tienen el mismo fin, y todas las fuerzas, voluntades se encaminan al mismo principio: seamos buenos, seamos indulgentes, seamos sinceros! Tengamos el orgullo de ser buenos y sobre todo, no perdamos nunca la esperanza”. (pág. 31. Editorial Sopena Argentina SRL. Edición de 1953) Por tanto: la ciencia del bien y del mal es ahora bien conocida; la fe renace; y si el mundo no es enteramente bueno, por lo menos ha “mejorado”, eso sí, hay esperanza.


La verdad de las cosas es que, los EE.UU., y todos los gobiernos del mundo-potencias capitalistas-, deberían humanizarse más, pues, no se puede estar para toda una eternidad sólo en guerra, de una cosa o de otra. Sin embargo, tienen su derecho como gobiernos, asimismo los pueblos tienen sus derechos que deben respetar y no entrometerse ni ser injerencistas ni invasores. La historia habla. Retornen los derechos humanistas a los inmigrantes, ellos son humanos también. Vean, que, lo que ellos pretenden es sobrevivir, hay, que tener, un poco de benevolencia, piedad, y no ser déspota. Arrieros somos y hasta de las piedras necesitamos…

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