Ciertamente, en verdad debo de ser muy obtuso o es que mi cacumen no me da para más, porque no soy capaz de entender que a la altura del tiempo en el que nos encontramos, en pleno siglo XXI, haya quien defienda, predique e intente esparcir por todo el mundo la doctrina y forma de gobierno del Comunismo, que ha sido la más perniciosa, malvada y criminal con la que se han gobernado algunas naciones desde el Manifiesto Comunista de Carl Marx y Engels, en el que se conforman los pensamientos que ambos tenían en materia política, económica y sociológica. En él se asientan los pilares del socialismo originario como del marxismo.
Po cierto, se cuenta de Marx que impidió que una hija suya se casase con el que estaba enamorada porque carecía de fortuna. ¡Viva el comunismo y la lucha de clases! De este manifiesto afloraron ideas tales como comunismo, socialismo o marxismo. Sus padres que, ya hemos mencionado, pretendías y perseguían expandir y dar formalidad científicaa sus teorías más destacadas que eran la lucha de clases con el fin de que no existiesen estas, la dictadura del proletariado, y la eliminación de los efectos nocivos del capitalismo, así como de la industrialización masiva y la necesidad de una igualdad social. Vayamos por partes: La lucha de clases hoy en pleno siglo XXI no tiene razón de ser ya que estas prácticamente han desaparecido. ¿Quién distingue hoy a un minero, un albañil o un carpintero que tiene coche propio, un piso, como mínimo, medianamente confortable al que faltan pocos de los adelantos en electrodomésticos, ordenadores y televisores, de una persona que por herencia posea un importante peculio, es decir, un capitalista, o que, partiendo de la nada, haya logrado una considerable fortuna, hay muchos, con la que dar estabilidad y seguridad a su familia al mismo tiempo que ha creado empresas que han dado trabajo a multitud de empleados. ¿También a este hay que combatirlo? ¿Y qué podemos decir de esos políticos cantamañanas que gracias a que perciben sueldos astronómicos con los que han logrado mansiones que pueden ser envidia de los más ricos? Yo quisiera que alguien me dijese qué y cuánto bien ha proporcionado, así como libertad a los ciudadanos en los países en los que, casi siempre a la fuerza, se ha implantado el comunismo. Es una delicia los millones de pobladores a los que asesinó el “padrecito” Stalin, al igual que el férreo dictador Mao Zedong, fundador y máximo dirigente del partido comunista chino. Por cierto, en mi época de enseñante les decía a mis alumnos: “el día en el que los chinos se pongan en marcha, arrasarán al mundo entero”. No soy adivino y jamás he tenido una bola de cristal para predecir el porvenir, pero el tiempo me ha demostrado que llevaba razón. Los dirigentes chinos han logrado la cuadratura del círculo: han implantado en su país un férreoy feroz comunismo con un capitalismo de los más furibundos, que está comprando la deuda del resto de los países, incluida la estadounidense. ¿Hablamos del comunismo cubano, donde Díaz-Canel anuncia mano dura con la protesta de opositores del 15 de noviembre: “Hay suficientes revolucionarios para enfrentar cualquier manifestación que pretenda destruir a la Revolución”? Esta vez los manifestantes no llevarán pancartas ni prorrumpirán en gritos contra sus dirigentes, solo irán vestidos de blanco y en silencio, pero son jóvenes que con su actitud podrán lograr que algo se mueva en Cuba. ¿Es esa la libertad de los paraísos comunistas? A propósito, una amiga mía, hace muchos años, cuando se tomaba sus vacaciones, se marchaba a Cuba para llevar a las mujeres de allí, bobinas, carretes de hilo, agujas, dedales, y un sinfín de cosas de las más elementales de las que estas pobres carecían. ¿Es esto la abundancia que prometen los gerifaltes comunistas? Continuar enumerando las delicias de los ciudadanos que se “benefician” de las bondades del comunismo, sería interminable, ya que podríamos hablar de Corea del Norte, de Nicaragua, o de su inefable Daniel Ortega, así como de todos los países en los que está implantado o se intenta imponer el comunismo. Por desgracia, los españoles lo estamos padeciendo, a pesar de que el Príncipe de la Mentira dijera y repitiese hasta la saciedad que jamás pactaría con Podemos. No solo está en el Gobierno, sino en muchos municipios y comunidades, en las que sus tropelías y trapacerías son ignominiosas y no tienen cuento. El comunismo ha causado más muertes y asesinatos que todas las plagas infecciosas que han asolado a la Humanidad. Fueron muchos los crímenes de los nazis, pues muchos más, sin cuento, son los de los comunistas.
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