Las categorías sociales las generaron personas ofuscadas por sentimientos de superioridad. Personas con buenas viandas, buena vestimenta, buena cortesía, buenos trabajos y mucha diplomacia. Personas que no conocían los pucheros, la ropa colgada en la ventana, la mano sucia extendida, el pico, la pala, la mecánica… y los acuerdos sin firma. Personas que el intercambio era su única moneda que conocían. Tú me das, yo te daré y si yo te doy primero te llamaré todos los días.
Ese famoso INTERCAMBIO convirtió la amistad en negocio y… los negocios con el tiempo se cierran. Ese famoso INTERCAMBIO mutiló muchas personas, que perdieron humanidad y realismo: “todos nacimos sin pedirlo… en un lugar no elegido…”, todos con mucho cariño… con el mismo registro civil… con apellidos heredados y con la lotería bajo el brazo… unos tuvieron suerte, otros la pelearon… PERO LA VIDA tiene una cosa común para todos, SE ACABA sin pedirlo… en un lugar no elegido… a veces sin cariño… en el mismo registro civil y con un décimo de lotería hecho trizas.
¿De qué sirvió el INTERCAMBIO?... bufones de feria, que parecen lo que no son, paseando por la vida con distintos disfraces… las categorías sociales. Al final, por favor, no lloremos por los humildes y naturales… LLOREMOS por los que mueren huyendo de los hospitales “públicos”… LLOREMOS por las categorías sociales… LLOREMOS por los que vivieron a base de INTERCAMBIOS.
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