El turismo ha sido uno de los sectores que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia. En los últimos 21 meses ha dejado de generar cerca de 170.000 millones de euros de actividad directa e indirecta, unos 90.000 millones en divisas, con una caída del PIB turístico del 69% en el 2020, y alrededor de 350.000 puestos de trabajo menos, además de otra cifra similar de trabajadores en ERTE. Estos son solo algunos datos que demuestran cómo esta pandemia ha golpeado drásticamente a uno de los sectores más importantes en nuestro país: el Turismo.
A pesar de ello, y que la nueva variante Ómicron ha vuelto a crear nuevas y crecientes incertidumbres, desde Exceltur consideran que es el momento idóneo para repensar el turismo pos-COVID, hacía dónde debe caminar este sector y los desafíos que tiene que afrontar. “Esta pandemia nos obliga además a reflexionar y analizar las nuevas exigencias de la ciudadanía. Es más patente cada día, la propensión a viajar y hacer turismo, entre otros por necesidad vital, más ante la situación de restricciones que hemos vivido, pero, también, es cierto que el consumidor está cambiando sus hábitos y preferencias. Es decir, exigiendo escenarios y propuestas turísticas más seguras y empáticas con las aspiraciones y valores de las sociedades locales”, ha destacado Gabriel Escarrer, presidente de Exceltur & VP ejecutivo y CEO de Melià Hotels International.
Para Escarrer, es el momento de abrir un debate en el que se aborde cómo afrontar los múltiples retos a los que se enfrenta el sector turístico español, desde la digitalización hasta asumir con una mayor convicción y compromisos, los diversos anhelos ciudadanos asociados a la sostenibilidad, la accesibilidad, el respeto a sus atributos identitarios locales, la defensa ambiental y el cambio climático. Sin olvidar, asegura Escarrer, la especial importancia de procurar ser de nuevo el sector locomotor que impulse la reactivación económica, mediante políticas de empleo y de apoyo público que ayuden a las empresas a recuperarse e impulsar sus capacidades competitivas, dentro de un nuevo e imprescindible marco de colaboración y cogestión público-privado.
De ahí, la celebración en Madrid, el 18 de enero de 2022, víspera de FITUR, del XI Foro de Liderazgo Turístico, un evento de reflexión al máximo nivel, donde se debatirán todas estas cuestiones y en el que participarán grandes líderes políticos del Gobierno y de la oposición, máximos responsables de las administraciones autonómicas y locales, junto a los presidentes de las principales empresas internacionales y nacionales que son una referencia y marcan pautas globales en el sector.
Un encuentro que, según José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, facilitará, más allá de recordar los retos competitivos y estructurales pendientes, la cada día más urgente exigencia, de visualizar y planear el futuro turístico desde otros ángulos, capaces de conciliar mejor, los intereses públicos y privados, los empresariales y los de los ciudadanos. Todo ello, sin olvidar el mayor respeto al entorno y los beneficios que el turismo debe trasladar a nivel local, para mejorar los niveles de prosperidad, que, a su vez, eleven la autoestima de los residentes por el turismo y su mejor acogida al turista.
Por último, Zoreda igualmente añadió que la COVID-19 “tiene efectos muy disruptivos que conllevan importantes retos, que solo se superarán si se trabaja bajo una nueva hoja de ruta estratégica país. Un plan sujeto a la pertinente reorientación y segmentación subsectorial y geográfica, alineando en cada caso a los múltiples actores públicos y privados que concurren en los destinos, bajo una visión transversal y a medio plazo más convergente. Una estrategia que exige mayores consensos y compromisos recíprocos a cargo de todos esos actores, para inducir el reposicionamiento competitivo en la gestión de una oferta y demanda turística, gradualmente diferencial y experiencial”.
“El futuro más sostenible del turismo en España debería ser un desafío asumido de manera más extendida y prioritaria como gran política de Estado. Se trata de un sector clave para la economía y empleo, cuyo futuro debe rediseñarse conciliando los mayores pareceres institucionales y alejándose de cualquier confrontación política “, concluyó Zoreda.
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