Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Realeza | Monarquía | Siglo XXI | Países | Reyes
Mientras en la Biblia el grueso de los países estaban regidos por monarquías, en el último siglo la tendencia ha sido hacia la universalización de las repúblicas

​Reyes Magos del siglo XXI

|

En el día de reyes se conmemora la visita de 3 potentados que vinieron a Belén desde el medio este. En la actualidad la mayor parte de los monarcas de la zona fueron depuestos violentamente. Los 3 reyes más importantes son los de Jordania, Arabia Saudita y Kuwait, quienes sobreviven gracias a la magia del petróleo o del aval de los EEUU. En este artículo examinaremos esas y otras casas reales que quedan en dicha zona y en el mundo.


Mientras en la Biblia el grueso de los países estaban regidos por monarquías, en el último siglo la tendencia ha sido hacia la universalización de las repúblicas. A inicios del siglo XX cayeron los emperadores de China, Rusia, Austria-Hungría, Alemania, Italia, Turquía, Europa oriental y el Asia central. Todos esos cambios fueron producidos mediante tras guerras o revoluciones. Algunas de éstas condujeron a repúblicas y otros a experimentos socialistas.


Las únicas monarquías que quedaron en Europa fueron aquellas que se constitucionalizaban y permitían disminuir el poder real en pro del parlamento. Tal fue el caso del Reino Unido, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Noruega y Suecia. Los escandinavos, incluso, se darían luego la osadía de combinar el trono con regímenes socialdemócratas que promovían una disminución de desigualdades sociales.


Después de la II guerra mundial empezaron a caer monarquías independientes en el Islam. En Libia, Egipto, Iraq y Afganistán llegaron al poder movimientos republicanos nacionalistas con discursos socializantes. En Irán, donde se realizó un derrocamiento protagonizado por amplias masas, el nacionalismo clerical remplazó al Shá pro-EEUU.


En el mundo musulmán los únicos reinos que se salvaron fueron las de Marruecos, Jordania y Arabia Saudita así como los pequeños emiratos o sultanatos petroleros de Kuwait, Bahrein, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Brunei. Sin embargo, el grueso de ellos mantenía muchas características del viejo absolutismo.


Las 3 monarquías más importantes que vemos en el Medio Oriente han buscado adaptarse a los nuevos tiempos con un estilo particular. Arabia Saudita es el más rico y el más autocrático. Los EEUU le apuntalaron durante la guerra fría pues creían que el fundamentalismo oscurantista que promovía podía servir de contrapeso frente a la revolución chiíta persa y, sobre todo, a la izquierda y los pro-soviéticos. En este país la policía religiosa es plenipotenciaria. La mujer está prohibida de una serie de derechos. Es obligatoria para ellas usar velo y para los varones rezar 5 veces al día. Otras religiones están vetadas. No hay derecho al voto, y a formar partidos o sindicatos.


El hecho que Bin Laden y que 15 de los 19 suicidas del 11.09.01 provengan de ese país ha acentuado un giro en la política de Washington. Los EEUU ya no confían en ese estado y creen que puede explosionar debido a su gran represión interna. A fin de ir tratando de dispersar energías presionan para irlo liberalizando. Temen que de no darse una apertura se puede generar otra revolución tipo Irán con gente que vea a Bin Laden como una suerte de héroe.


Jordania muestra el pragmatismo y el camaleonaje como un estilo de supervivencia. Este país fue, al igual que Iraq, un invento artificial diseñado por los ocupantes británicos quienes quisieron tener una monarquía dócil en sus dominios. Ambos países fueron creados para darles reinos a la familia Hachemita, la cual había sido expulsada del control de la Meca por los Saud, quienes bautizaron a su país con el nombre de su propia dinastía (Arabia Saudita).


Los hachemitas fueron depuestos en 1958 por un levantamiento republicano en Bagdad. En Amán lograron evitar su caída en 1970 cuando, gracias al socorro de EEUU e Israel, lograron aplastar y masacrar un levantamiento palestino. Una relación muy especial se desarrolló entre ese reino y el sionismo. El país originariamente se llamó 'Transjordania', con lo cual indicaban que estaba tras la orilla del río Jordán. En la guerra con Israel de 1947-48 ellos se anexaron el corazón palestino: la Franja Occidental del Jordán. Hasta 1967 fueron el reino de las 2 riberas del Jordán. Después de haber sido conquistados por Tel A Viv el rey Hussein pactaría con ésta para aplastar a los palestinos de Arafat.


En las guerras de Iraq estaría con dios y el diablo. Por un lado buscando aproximarse a EEUU y por otro evitando la presencia de tropas extranjeras y adaptándose al anti-americanismo interno. Buscando modernizarse el rey Abdula II tiene un parlamento.


El monarquismo constitucional trata de ser copiado en Kuwait. Este emirato fue invadido en 1991 por las mismas fuerzas que 33 años antes depusieron a los hachemitas de Bagdad. Mientras EEUU toleró cuando sus amigos de la casa real marroquí invadieron el Sahara occidental en 1975-76, a Hussein, a quien habían alentado a guerrear contra Irán en 1980-88, no le aceptaron que se devorara una petro-monarquía.


Mientras los reyes de Jordania o Arabia Saudita han mantenido cierta distancia frente a EEUU y a su última guerra mesopotámica, Kuwait fue el único lugar desde donde invadieron los aliados. El modelo kuwaití es el de una 'monarquía moderna' constitucional y pro- Washington. Sin embargo, en ésta el grueso de la población no son considerados ciudadana y las libertades a las mujeres o los gremios están reducidos.


Cada uno de estos 3 reinos muestra una magia para querer seguir perdurando contra los tiempos. Jordania quiere dar la receta del monarquismo parlamentario al Islam. Los sauditas insisten en un poder absoluto que domine sobre la base del control clerical total. El emir kuwaití muestra el camino del querer salir adelante siendo un incondicional de la hiper-potencia.

​Reyes Magos del siglo XXI

Mientras en la Biblia el grueso de los países estaban regidos por monarquías, en el último siglo la tendencia ha sido hacia la universalización de las repúblicas
Isaac Bigio
sábado, 8 de enero de 2022, 11:47 h (CET)

En el día de reyes se conmemora la visita de 3 potentados que vinieron a Belén desde el medio este. En la actualidad la mayor parte de los monarcas de la zona fueron depuestos violentamente. Los 3 reyes más importantes son los de Jordania, Arabia Saudita y Kuwait, quienes sobreviven gracias a la magia del petróleo o del aval de los EEUU. En este artículo examinaremos esas y otras casas reales que quedan en dicha zona y en el mundo.


Mientras en la Biblia el grueso de los países estaban regidos por monarquías, en el último siglo la tendencia ha sido hacia la universalización de las repúblicas. A inicios del siglo XX cayeron los emperadores de China, Rusia, Austria-Hungría, Alemania, Italia, Turquía, Europa oriental y el Asia central. Todos esos cambios fueron producidos mediante tras guerras o revoluciones. Algunas de éstas condujeron a repúblicas y otros a experimentos socialistas.


Las únicas monarquías que quedaron en Europa fueron aquellas que se constitucionalizaban y permitían disminuir el poder real en pro del parlamento. Tal fue el caso del Reino Unido, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Noruega y Suecia. Los escandinavos, incluso, se darían luego la osadía de combinar el trono con regímenes socialdemócratas que promovían una disminución de desigualdades sociales.


Después de la II guerra mundial empezaron a caer monarquías independientes en el Islam. En Libia, Egipto, Iraq y Afganistán llegaron al poder movimientos republicanos nacionalistas con discursos socializantes. En Irán, donde se realizó un derrocamiento protagonizado por amplias masas, el nacionalismo clerical remplazó al Shá pro-EEUU.


En el mundo musulmán los únicos reinos que se salvaron fueron las de Marruecos, Jordania y Arabia Saudita así como los pequeños emiratos o sultanatos petroleros de Kuwait, Bahrein, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Brunei. Sin embargo, el grueso de ellos mantenía muchas características del viejo absolutismo.


Las 3 monarquías más importantes que vemos en el Medio Oriente han buscado adaptarse a los nuevos tiempos con un estilo particular. Arabia Saudita es el más rico y el más autocrático. Los EEUU le apuntalaron durante la guerra fría pues creían que el fundamentalismo oscurantista que promovía podía servir de contrapeso frente a la revolución chiíta persa y, sobre todo, a la izquierda y los pro-soviéticos. En este país la policía religiosa es plenipotenciaria. La mujer está prohibida de una serie de derechos. Es obligatoria para ellas usar velo y para los varones rezar 5 veces al día. Otras religiones están vetadas. No hay derecho al voto, y a formar partidos o sindicatos.


El hecho que Bin Laden y que 15 de los 19 suicidas del 11.09.01 provengan de ese país ha acentuado un giro en la política de Washington. Los EEUU ya no confían en ese estado y creen que puede explosionar debido a su gran represión interna. A fin de ir tratando de dispersar energías presionan para irlo liberalizando. Temen que de no darse una apertura se puede generar otra revolución tipo Irán con gente que vea a Bin Laden como una suerte de héroe.


Jordania muestra el pragmatismo y el camaleonaje como un estilo de supervivencia. Este país fue, al igual que Iraq, un invento artificial diseñado por los ocupantes británicos quienes quisieron tener una monarquía dócil en sus dominios. Ambos países fueron creados para darles reinos a la familia Hachemita, la cual había sido expulsada del control de la Meca por los Saud, quienes bautizaron a su país con el nombre de su propia dinastía (Arabia Saudita).


Los hachemitas fueron depuestos en 1958 por un levantamiento republicano en Bagdad. En Amán lograron evitar su caída en 1970 cuando, gracias al socorro de EEUU e Israel, lograron aplastar y masacrar un levantamiento palestino. Una relación muy especial se desarrolló entre ese reino y el sionismo. El país originariamente se llamó 'Transjordania', con lo cual indicaban que estaba tras la orilla del río Jordán. En la guerra con Israel de 1947-48 ellos se anexaron el corazón palestino: la Franja Occidental del Jordán. Hasta 1967 fueron el reino de las 2 riberas del Jordán. Después de haber sido conquistados por Tel A Viv el rey Hussein pactaría con ésta para aplastar a los palestinos de Arafat.


En las guerras de Iraq estaría con dios y el diablo. Por un lado buscando aproximarse a EEUU y por otro evitando la presencia de tropas extranjeras y adaptándose al anti-americanismo interno. Buscando modernizarse el rey Abdula II tiene un parlamento.


El monarquismo constitucional trata de ser copiado en Kuwait. Este emirato fue invadido en 1991 por las mismas fuerzas que 33 años antes depusieron a los hachemitas de Bagdad. Mientras EEUU toleró cuando sus amigos de la casa real marroquí invadieron el Sahara occidental en 1975-76, a Hussein, a quien habían alentado a guerrear contra Irán en 1980-88, no le aceptaron que se devorara una petro-monarquía.


Mientras los reyes de Jordania o Arabia Saudita han mantenido cierta distancia frente a EEUU y a su última guerra mesopotámica, Kuwait fue el único lugar desde donde invadieron los aliados. El modelo kuwaití es el de una 'monarquía moderna' constitucional y pro- Washington. Sin embargo, en ésta el grueso de la población no son considerados ciudadana y las libertades a las mujeres o los gremios están reducidos.


Cada uno de estos 3 reinos muestra una magia para querer seguir perdurando contra los tiempos. Jordania quiere dar la receta del monarquismo parlamentario al Islam. Los sauditas insisten en un poder absoluto que domine sobre la base del control clerical total. El emir kuwaití muestra el camino del querer salir adelante siendo un incondicional de la hiper-potencia.

Noticias relacionadas

En este año 2024, se está doblando prácticamente, la cifra de migrantes que llegan a nuestras costas, algo que es imposible de impedir, ya que vienen de continentes, como África, huyendo de hambrunas, opresiones y diversos conflictos, donde se les hace inviable vivir y su único objetivo, es poder alcanzar un país donde poder tener una vida digna y en paz.

Afirmó Heidegger que “el hombre es un ser de lejanías”. Conocí dicha aseveración, ya hace muchos años, a través de Francisco Umbral, que la embutía con frecuencia en sus escritos; incluso hay una obra, entiendo que póstuma, del vallisoletano titulada así (“Un ser de lejanías”). La frase puede ser descifrada de maneras muy diversas pero, en todo caso, creo que se refiere a nuestra fascinación, como humanos, por lo lejano en el espacio o en el tiempo.

Con unas dimensiones variables, cada persona deja su impronta con un sinfín de peculiaridades, de matices recónditos en muchas de sus actuaciones; pero con los suficientes indicadores como para hablar del sello particular de su presencia. La consideración de como se perciba entre el entramado de observaciones es asunto distinto.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto