La mujer no siempre lo ha tenido fácil en un campo dominado por el hombre como la ciencia, aunque su contribución ha sido más que notable a lo largo de los siglos. Muchas de ellas vivieron a la sombra de sus maridos, también científicos, otras fueron eclipsadas por sus jefes y un buen número ninguneadas, maltratadas profesional y personalmente o ignoradas por la historia.
Hasta finales del siglo XVIII el papel de la mujer en la botánica parecía reducido al cuidado de las plantas porque, como se aseguraba por aquella época, era “una fuente de placer y virtud apropiada para las mujeres”. De hecho, cuando en 1735 el famoso naturalista sueco Carl Linneo (1707-1778), considerado el padre de la botánica, publicó un nuevo sistema de clasificación de plantas basado en los caracteres sexuales, los considerados ‘sabios’ del momento creyeron “poco adecuado para señoras, un libertinaje” que una mujer trabajara en el estudio reproductivo de las plantas.
Tampoco parecía procedente la presencia de la mujer en las expediciones científicas. Jeanne Baret (1740-1807) está considerada la primera mujer botánica en dar la vuelta al mundo, aunque lo tuvo que hacer disfrazada de hombre y bajo el nombre de Jean. Descubierto su ardid sólo pudo regresar a París en 1776 una vez se casó con un oficial de la Marina y, eso sí, regresó a su tierra natal con 30 cajas llenas de 5.000 especies de plantas, 3.000 de ellas nuevas.
A pesar de que la situación en la actualidad ha mejorado, todavía existen significativas diferencias. Menos del 30% de los investigadores del mundo son mujeres. Un porcentaje que, además, está peor pagado y no avanza tanto en sus carreras en comparación con los hombres, según datos de la UNESCO.
Para hacer frente a esa brecha de género y reconocer la trayectoria de todas aquellas mujeres que han contribuido en el mundo al avance de la ciencia y la tecnología, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió el 22 de diciembre de 2015 designar el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña y la Ciencia.
Científicas que nos inspiran
Un año más, el Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se suma a esta conmemoración para poner en valor el trabajo de las mujeres científicas, así como subrayar su labor a través de tres actividades divulgativas dirigidas a alumnado de Educación Primaria bajo el título “Científicas que nos inspiran”.
Algunas de las investigadoras y técnicas que actualmente trabajan en el RJB-CSIC escenificarán distintos pasajes de las aventuras de su profesión, explicarán qué les motivó a trabajar en el campo de la botánica y cuáles son los proyectos científicos en los que están embarcadas en la actualidad, mientras que otras realizarán un homenaje a aquellas científicas que les inspiraron en su carrera, algunas de ellas integrantes de esa desafortunada nómina de “grandes desconocidas”.
Seguidamente, el alumnado participante en la actividad podrá conocer el proceso de recolección, prensado y montaje de un pliego de herbario, una unidad fundamental en el estudio y la investigación de la biodiversidad vegetal y fúngica, e incluso realizar y llevarse a casa su propio pliego siguiendo las indicaciones para su elaboración.
Por último, se buscará sacar la vena artística de los participantes, dado que arte y botánica han estado relacionados desde siglos atrás, y éstos deberán dibujar a su mujer botánica preferida. Los ganadores de este concurso recibirán como premio entradas para asistir con su familia a una actividad educativa que organice el RJB.
Esta actividad divulgativa, organizada desde la Unidad de Programas Educativos y la Comisión de Igualdad del Real Jardín Botánico para el viernes 11 de febrero, está dirigida a grupos escolares de 4º a 6º de Primaria. Se realizarán tres turnos (10:00, 11:00 y 12:00 horas) con una duración estimada de hora y media. En cada turno se acogerán dos aulas educativas. Para participar es preciso reservar plaza. Las plazas se adjudicarán en orden de solicitud desde el día 31 de enero a las 9:00 horas.
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