Pocas veces caemos en cuenta de la sobrecarga con la cual saturamos a nuestra mente.
Pensamientos, recuerdos, sentimientos de culpa, deseos y preocupaciones transitan una y otra vez por ella. De acuerdo con diferentes estudiosos en el tema, tenemos alrededor de 60 mil pensamientos durante el día [1]. Pensamientos que, como es fácilmente comprobable por cada quien, son repetitivos, y giran sobre cuestiones comunes: el amor y desamor, las finanzas personales, la salud propia y de quienes nos rodean, así como sobre alguna afición personal.
Es tal la congestión que poco tiempo tenemos para darnos cuenta de este ciclo morboso. En los primeros intentos de meditación es tal la lluvia de pensamientos que no podemos mantener la concentración al menos por unos segundos. El atiborramiento mental ocasiona que no prestemos atención a cuestiones vitales como la respiración, el comer, el caminar y nuestra vida interior.
Inmersos en ese tipo de contextos, asumimos que estamos ocupados en temas muy importantes e impostergables, restamos valía a los asuntos importantes y priorizamos los urgentes.
Pero, a propósito de todo esto, ¿realmente pensamos? Parece de más la pregunta, porque como dijimos al inicio, según los expertos generamos miles de pensamientos durante el día, pero, cabe preguntarse: ¿realmente son pensamientos?
De forma simple, sencilla y sin meterse en mayores problemas podemos responder que sí, que sí son pensamientos, sobre todo cuando atendemos a la definición que tienen en común la mayoría de los diferentes diccionarios: los pensamientos son ideas y representaciones de la realidad –relacionando unas con otras–, en la mente de las personas.
Sin embargo, cuando seguimos cuestionándonos sobre los pensamientos encontramos que de acuerdo con la psicología, hay nueve tipos de pensamientos: reflexivo, crítico, analítico, lógico, sistémico, analógico, creativo, deliberativo y práctico [2].
¿Realmente hacemos uso de todos los tipos de pensamientos?
Quienes se dedican a estudiar la mente han llegado a la conclusión que no. Si bien es cierto que, todos podemos acceder a los diferentes tipos de pensamientos, también es claro que por predominancia, comodidad o desatención, sólo hacemos uso consciente de algunas de esas formas de pensamiento[3].
Desperdiciamos las múltiples posibilidades de pensamientos, sus mecanismos y sus beneficios. Es frecuente confundir la sobrecarga de actividad cerebral –montañas de pensamientos, recuerdos, sentimientos de culpa, deseos y preocupaciones– con el uso efectivo y preciso de nuestra mente. Desde este punto de vista, también se puede decir que, en la extensión de lo que significa,simulamos pensar, porque las investigaciones desde las neurociencias arrojan una capacidad cerebral inexplorada de los seres humanos, del uso de solo ciertos tipos de pensamientos y, además, generalmente centrándose en cuestiones urgentes, no necesariamente importantes [4].
Así como creemos que atiborrarnos de cuanta comida tengamos enfrente es alimentarse, así sucede con los pensamientos, la excesiva carga cerebral no implica pensar, tampoco significa hacer uso de la variedad de posibilidades mentales, de los diferentes tipos de pensamiento, ni de las bondades de pensar con lucidez y certeza.
Cabe preguntarse: ¿padezco congestión a causa de pensamientos repetitivos, inútiles, superfluos e intrascendentes? Muy probablemente, la respuesta será: sí.
[1]Psicólogos descubren que los humanos tienen más de 6,000 pensamientos al día. (2020, julio 16). Newsweek México. https://newsweekespanol.com/2020/07/psicologos-humanos-pensamientos-dia/
[2]Torres, A. (2017, March 7). Los 9 tipos de pensamiento y sus características. Psicologiaymente.com. https://psicologiaymente.com/inteligencia/tipos-pensamiento [3]Jara, V. (n.d.). Development of thinking and cognitive theories for teaching thought and generating knowledge. Redalyc.Org. Retrieved February 6, 2022, from https://www.redalyc.org/pdf/4418/441846101004.pdf [4]Cerem Business School. (n.d.). Productividad aumentada: los cuadros de la matriz de Eisenhower.Cerem.mx. Retrieved February 6, 2022, from https://www.cerem.mx/blog/que-hacemos-primero-lo-urgente-o-lo-importante
|