Día a día apenas media de docena de voluntarios se ha aprestado a preparar y repartir lotes de alimentos, artículos de aseo -y mucho cariño- a las madres de niños, de cero a veinticuatro meses, pertenecientes a familias con dificultades de todo tipo. Por sus manos han pasado esos más de cincuenta mil kilos de potitos, leche, pañales, batidos, cereales, alimentos que complementen la alimentación de las madres y los hermanos más mayores, etc. Este montón de alimentos solidarios se reparten en lotes semanales que retiran los beneficiarios. Me parece que es una buena noticia para todos el conocer estas actividades que el Biberódromo y otras muchas entidades similares realizan de una forma callada pero eficaz. Son una especie de brazo largo del Banco de Alimentos malagueño (Bancosol) que sirve de puente solidario entre la administración y los malagueños en general, con los más desfavorecidos. Mañana visita la Reina Emérita Doña Sofía las instalaciones de Bancosol. Allí estarán representadas, además de su extraordinario equipo de trabajo, las empresas colaboradoras, las entidades de reparto y cuantos hacen posible la recreación del milagro de los panes y los peces cada día en nuestra querida Málaga. Creo que el recordar estas circunstancias es una buena noticia que nos anima a seguir colaborando en esta actividad que nos permite sustituir con la solidaridad, la falta de trabajo y de mejora de las condiciones económicas de las familias, a las que aspiramos, pero que aun la vemos un tanto lejana.
Ojalá, algún día sean innecesarias estas instituciones porque se haya eliminado la pobreza de nuestra tierra y del resto del mundo. Entre tanto ahí estaremos.
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