Frente a C’s, Partido de la Ciudadanía o simplemente Ciudadanos como se autodefinen, surge una tentación para calificarlo. En principio, aparece ‘descangallado’, participio que concreta y encandila titulares. Ahondando, rastreos en el diccionario, sinónimos, antónimos y palabras que salen sin motivo: adorno, ornato, guirnalda, escarapela; hasta ranas, con sapos o sin ellos, que croan en charcos políticos o se callan. Gentileza, caridad, censura. Autocensura, suavizante, para llegar a ‘desmadejado’, que define a quien ‘se siente débil y se muestra decaído y sin fuerzas físicas’. A favor de o a pesar de Ciudadanos.
En Madrid, hotel Ritz, Nueva Economía Fórum y tribuna para Rogelio Velasco, Consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades en la Junta de Andalucía. En la Plaza de la Lealtad, que insinúa con el nombre. Licenciado en Económicas y cuota de C’s en la Junta andaluza, podía estar en situación para sustituir a Juan Bravo en la Consejería de Hacienda del gobierno autonómico, visto lo que Feijóo ha dispuesto en los primeros días de su ascenso a la presidencia del PP. Examen de asistencias y ausencias. Faltaban Arrimadas y Bal. Compañía, vigilancia, de Miguel Ángel Gutiérrez, diputado en el Congreso. Sólo, sin Juan Marín, el hombre referencia C’s en Andalucía, además técnico en un deporte, voleibol o balonvolea, al que se juega golpeando balones flojos con la mano abierta para pasarlos sobre una red. “Velasco es más universitario que político”, explicó un periodista Canal Sur. Una figura, no de segunda fila, asentada en un gobierno con el PP que hasta ahora ha ido bastante bien. Hoy está solo. Pendientes de la convocatoria de elecciones en Andalucía, el orador en un formato concebido con preguntas y respuestas, al principio, obvió la realidad para vagar, en política vagabundear, por actuaciones locales poco importantes. Liberalismo. Retórica. Atención y cita a algunos. Y poco más. El consejero, como los toros que no embisten y mansean, parecía evitar lo que interesa. Al rescate, levantó el tono el moderador: ¿Bajada de impuestos que sugiere Feijóo? “En condiciones normales sí, pero estamos en una situación especial”. Por ahora no, mejor ser cautos y prudentes. No vaya a ser que vayamos adelante para, pasado un tiempo, volver atrás. - O Ciudadanos tiene algo que avisar al PP, o este hombre se suicida. Hoy es suicida rebatir a Feijóo. El comentario llegó a la vez que la Nota de Prensa que facilitó el servicio de prensa de la Consejería. No bajar impuestos es compatible con el mantenimiento del Estado del Bienestar, siguió Velasco. En Andalucía ya los bajamos. El de Transmisiones se ha bajado y es menor que el de Madrid. - Su futuro personal con el PP se lo acaba de cargar. - Puede que el de Ciudadanos también. - En Andalucía y en el resto de España. Anoté los tres comentarios de la mesa, mientras el consejero trataba de corregir al Presidente del PP. La inflación es evidente. En los años ochenta, se podía ganar competitividad con el Banco de España devaluando la peseta, pero ahora con el euro no se puede. El moderador, al tanto y genial, insistió: ¿Expectativa PP-Vox o vuelta del PSOE al Palacio de San Telmo?: Si volviera el PSOE, que no cree en la economía de mercado, iría mal. Si está Vox en el Gobierno, por principios, yo no estaré. En ambos casos, habrá un frenazo. - Va por libre ¿Por qué este hombre en la Junta? ¿Moreno y Rivera no lo vieron? – hice las preguntas simples. - Tiene prestigio. No hacía sombra y creyeron que valía para ir con Marín. Hoy está en retirada. – la respuesta, otra vez, del Sur. En unos minutos, muy pocos y con ayuda de las pregunta de la prensa, el consejero Velasco, puede que sin quererlo o intencionadamente, tapó el melón que interesa a todos para ir atender a lo andaluz. Cháchara. Localismos. Pormenores. Parques tecnológicos andaluces, 25% del total de España. Fondos europeos. “No quiero hacer sangre, pero el gobierno de Sánchez ha ninguneado a las autonomías”. Apaciguado el conflicto con las universidades andaluzas, es un tema delicado. Al salir, vista a los compañeros andaluces que iluminaron la sesión y, a modo de despedida, un corolario común: No le han acompañado. Ciudadanos en Andalucía, como en Madrid y en el resto de España, está fracturado. Cada uno va a lo suyo. En grupo o uno por uno, transfuguismo. El PP, no es lógico ni extraño, tampoco acompaña a su todavía socio. Por lo visto, C’s desmadejado, o algo parecido.
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