Tras la caída de Acre, el 28 de mayo de 1291, toda la Cristiandad se estremeció, al perderse el último bastión cruzado en Tierra Santa. Entonces se pensó en un lugar portuario capaz de sustituir la hegemonía que, durante tanto tiempo, tuvo Acre, y, por decisión unánime de toda la Orden del Temple, éste fue Peñíscola, en la costa levantina de la península Ibérica. Un puerto seguro, amparado por una sólida fortaleza, de aspecto casi inexpugnable. Peñíscola, además, ofrecía el atractivo de ser el puerto de mar de una zona de gran influencia templaria, como era el Maestrazgo, tierra de aspecto inhóspita, de barrancos y quebradas, de tierra de secano, pero de gran vocación socio-cultural, en concepto de ser tierra de acogida de los colectivos cátaros que, desde la caída de Montségur, en la primavera de 1244, no cesaba de recibir en maltrechas condiciones. Por otro lado, el Maestrazgo fue también un territorio idóneo para el estudio de las ciencias ocultas; recordemos que en Culla se desarrolló la alquimia y en Sant Mateu otras ciencias ocultas, al tiempo que se fomentó el respeto entre los tres colectivos socio-culturales y religiosos de la época –cristianos, judíos y musulmanes-. Peñíscola, aunque por pocos años, se convirtió en el garante de toda esta cultura –abierta y cerrada- ejemplo a seguir, en todos los sentidos. De estos temas y de otros muchos más, nos hablará el escritor Jesús Ávila Granados, experto a nivel mundial sobre la Orden del Temple, autor del ensayo: “Los castillos templarios de España” (Ed. Nazarí; Granada, 04/2022), el próximo día 14 de mayo (sábado), a partir de las 19:00h, en el Salón Gótico, de la fortaleza de Peñíscola (Castellón), presentado por la Sra. Ester Forner, directora del citado castillo y, al mismo tiempo, autora del Prólogo de la obra mencionada. A cuyo eventos, están todos invitados, pero acudir con tiempo, porque el espacio es limitado.
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