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España no volverá al Sáhara Occidental

La propaganda del POLISARIO pretende que España, potencia colonial que ya abandonó el Sáhara, vuelva a colonizar el desierto
Luis Agüero Wagner
miércoles, 28 de octubre de 2015, 06:28 h (CET)
Leyendo las proclamas del Polisario, grupo violentista instrumentado por Argelia para acallar los reclamos marroquíes sobre vastas áreas del desierto ocupados por Argel, puede deducirse fácilmente que ese grupo defiende la intangibilidad de las fronteras que el colonialismo trazó en África.

Según los delegados saharauis en España, éste país es responsable del problema del Sáhara, media verdad que utilizan para su interminable chantaje emocional. En realidad, quienes dicen luchar contra el colonialismo están así favoreciendo la continuidad de sus intereses.

Como lo sabe todo el mundo, Europa despedazó las naciones de África en función de sus propios intereses. Ser progresista, pues, debería ser recrear las fronteras africanas previas sin atenerse a las impuestas por la presencia colonial.

Debemos señalar el absurdo que los límites coloniales impuestos al desierto del Sahara ayer, por los conquistadores y esclavistas europeos, tengan que ser hoy respetados por países independientes, como pretenden las raíces intelectuales de los argumentos “saharauis”. Si esto fuera lo razonable, en Sudamérica no deberían existir países como Paraguay, Uruguay o Bolivia, que deberían anexarse a la Argentina, pues todos ellos integraban el Virreinato del Rìo de la Plata en tiempos que eran dominios de España.

Cuando Argel sostiene el principio ético jurídico de la autodeterminación del pueblo saharaui, lo hace amparándose en el mucho menos noble y más realista y bastardo respeto a las fronteras trazadsa por el imperialismo colonizador. Aparte del caso del Sahara Occidental, nos recuerda la historia reciente, la diplomacia argelina no se ha mostrado jamás favorable a las aspiraciones de minorías oprimidas: condenó la secesión de Biafra, denunció el separatismo de Cabinda, e incluso apoyó a Addis Abeda contra los movimientos independentistas eritreos cuando que tenían bases étnicas, lingüísticas, religiosas y culturales infinitamente más razonables que aquella que invoca el separatismo “saharaui”.

Tampoco el argumento de que Marruecos elude un referéndum es del todo cierto, dado que son los mandamases del Polisario los que han excluido tribus saharianas imposibilitando dicha consulta.

Argelia ha intentado engañar al mundo haciendo pasar por refugiados del Sáhara Occidental no sólo a sus propios erguibats sino también a decenas de miles de tuaregs, chaambas y otros nómadas procedentes de Mali y aún de Níger (que abandonaron sus habituales zonas de pastoreo a consecuencia de la dramática sequía del Sahel).

De cara al referéndum, los dirigentes del Frente Polisario decidieron excluir aquellas tribus que a pesar de figurar en el censo elaborado en 1974 por los eapañoles, no eran funcionales a sus planes. Así decidieron privar de sus derechos a los ciudadanos miembros de las tribus de Ait Baamaran, Ulad Bu Aita, Filala, Ait Lahcen, Yagut, Ulad Bu Sbaa, Ait Musa Ulad Ali, además de varias tribus del norte ( por ejemplo Ait Usa, Azuafit), Meyat, algunos de Cheikh Ahl Malainin, algunos de Ulad Delim, de Erguibat, de Izarguien etc.

Al mismo tiempo, decidieron incluir a tribus como la de Tendega, Ahl Berica-la, Idegob y otras del sur, en realidad originarias de Mauritania y que no habitaron nunca en ninguna de las provincias del Sahara Atlántico que estuvo bajo protectorado de España.

Vale decir, si existe alguien saboteando la celebración del referéndum, no es precisamente el reino de Marruecos.

Y si existe alguien instigando el regreso del colonialismo, se trata precisamente de quienes llevan cuatro décadas lucrando con la ayuda humanitaria, manteniendo delegados parásitos por todo el mundo y desinformando a la opinión pública mundial.

Deberían terminar de repetir sus argumentos absurdos y convencerse que ni Marruecos abandonará su desierto, ni España volverá jamás al Sáhara Occidental.

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