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Crímenes separatistas en el Sáhara Occidental

La prensa internacional empieza a notar la hipocresía de los grupos que con cinismo acusan a Marruecos de violar Derechos Humanos que ellos mismos no respetan
Luis Agüero Wagner
miércoles, 4 de noviembre de 2015, 06:39 h (CET)
La agencia noticiosa Notilamar se hizo eco esta semana de las denuncias publicadas en esta columna de Siglo XXI, donde narramos la desgarradora historia del piloto Ali Atmane, oficial del ejército marroquí, capturado en 1977 y torturado durante 26 años por los separatistas del Polisario.

Notilamar califica a las violaciones de derechos humanos perpetradas por los separatistas que amenazan la paz en el Magreb como “un tema sensible para muchos aunque no tanto para ciertas ONG que miran hacia otro lado cuando se trata de los Derechos Humanos en los campos de refugiados administrados por el Polisario en Argelia".

Dahi Ould Sidi Youssef Agay, ha denunciado ante numerosos países las prácticas del Frente. Este saharaui, que desconoce la suerte de dos de sus tíos, es una de las víctimas que sufrieron los horrores de los torturadores del Polisario.

Muchos españoles y canarios también han sido objeto de atentados terroristas cometidos por el Polisario, entre cuyas víctimas se encuentran los mismos disidentes de su propia organización.

Basta recordar los casos de los pesqueros "Cruz del Mar" y "Mencey de Abona", en los que fueron vilmente asesinados compatriotas canarios. Se estima que mas de 300 personas fueron asesinadas, heridas o desaparecieron en el Sáhara Occidental, en cuyas costas recientemente desaparecieron los tripulantes de un helicóptero militar.

El Polisario es considerado más verdugo que víctima por muchos de los mismos ex militantes que en el pasado abrazaron con credulidad su causa.

Un ejemplo es Jalil Ahmed Braih, quien fue décadas atrás nada más y nada menos que jefe de inteligencia del Polisario, además de un importante director propagandístico de la organización, director de una radio oficialista y jefe del gabinete de ministros del “único líder” perpetuo de los saharauis, Mohamed Abdelazis. Fue también responsable de la Seguridad Militar y Civil de los campamentos y primer secretario, director de medios de comunicación y otras dependencias de la prensa saharaui. Hombre de vasta cultura, graduado en psicología social y filosofía, y soldado leal a su causa. Tanto que hasta lo demostró permaneciendo en prisión por sus convicciones.

Ahmed Braih fue también fundador y destacado dirigente del Frente Polisario, desde 1978 hasta principios de los años 90 Sin embargo, un buen día, mientras se encontraba de gira ofreciendo conferencias en Argelia, desapareció sin dejar rastros.

Hoy su hijo Rachid jalil recorre el mundo golpeando puertas de todas las organizaciones de Derechos Humanos, sin realizar discriminación alguna. En España, muchas de estas organizaciones se cruzan de brazos porque son simpatizantes del Polisario, y reciben financiación argelina para sus actividades.

Esta doble moral hace que para muchas organizaciones el problema del Sáhara Occidental sea más una fuente de captación de fondos y destino turístico que una causa humanitaria.

El papel reaccionario de ONG y Fundaciones en la perpetuación de ese conflicto es un paradigma digno de ser considerado un experimento controlado por los sociólogos que deseen estudiar la forma en que la supuesta ayuda humanitaria se convierte en un gran negocio y lucro antisocial.

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