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Opinión
Etiquetas | Romance | Ministra | Nadia Calviño | Crítica

Romance a la ministra Calviño

Poema
Gabriel Muñoz Cascos
lunes, 30 de mayo de 2022, 09:17 h (CET)

Ministra Calviño


Muy poquita cosa,

es Nadia Calviño,

yo la llamo “Nadie”

por hacerle un guiño.


Dice la ministra,

de talle cortito,

que está muy contenta

con su jefecito.


Porque es un portento,

de primer ministro,

que habla hasta el inglés

todo de corrido.


Deduce, por tanto,

la “lista” Calviño,

que eso es exigencia

de un primer ministro.


No es así, bonita,

como Calvo dijo,

pues saben inglés

hoy, hasta los chinos.


Los chinos de China,

también otros chinos,

y los que trabajan

en torno al turismo.


Y por lo que dicen,

en el Reino Unido,

el inglés lo hablan

los recién nacidos.


También le aseguro,

y en ello me afirmo,

que, para mandar,

solo hay que ser digno.


Y para “bregar”

con tantos ministros,

hay que vacunarse

contra muchos vicios:

Como la soberbia,

y el separatismo;

la usual mentira

y el absolutismo.


Y hay que ser leal,

con nuestros principios,

la Constitución

y con el buen juicio.


No está nada mal,

el ser variopinto,

en lo de las lenguas

de uno y otro sitio.


Pero ¿de qué vale,

señora Calviño,

el saber francés,

alemán o chino.


Cuando se gobierna,

con tanto cinismo,

vulnerando leyes

normas y principios?


No trate de hacernos,

más trucos de circo,

a los que ya somos

algo mayorcitos.


Que, por la experiencia,

del tiempo vivido,

¡ya no nos engañan


con sus mensajitos!

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