Desde el año 2002 hasta 2011 participé en el programa de radio Dimensión Colorida de Red Radio Universidad de Guadalajara, producido por Alicia Caldera Quiroz. Estar frente a un micrófono es una experiencia inigualable, que enseña a escuchar y abre otros horizontes para el pensamiento y la imaginación. Así que decidí en esta ocasión entrevistar a Alicia, una radialista de toda la vida, para que nos cuente sobre su trayectoria en la radio, así como también en la docencia y en la escritura.
Ella es lingüista argumentadora, escritora, profesora del Tec de Monterrey y de la Universidad Panamericana (campus Guadalajara), capacitadora docente, gimnasta amateur, consultora de empresas y madre. Ha recibido algunas distinciones como el Primer lugar en la categoría de programa infantil de la Bienal Latinoamericana de Radio 2000, con el trabajo: “Quítate la venda para mirarnos a los ojos” y el Tercer lugar en el Premio Alemán de Periodismo “Walter Reuter” (2008), con el programa la Dimensión Colorida.
Alicia tiene 34 años de experiencia haciendo radio: en producción, guionización, musicalización, conducción y coordinación de equipos. Desde agosto de 2001 es productora de la Dimensión Colorida, en Red Radio Universidad de Guadalajara. Estudió Letras Hispánicas y una maestría en Lingüística Aplicada en la Universidad de Guadalajara. En esta entrevista encontramos algunas de sus reflexiones acerca de la labor radiofónica, junto con algunos otros temas importantes de la agenda pública como la prevención de la violencia contra la mujer y la visión política-social de la maternidad y la crianza, que Alicia retoma para invitarnos a un cambio verdadero de conciencia y de perspectiva. Espero que los apreciables lectores valoren el contenido de esta charla y la disfruten.
Entrevista:
Melissa Nungaray: ¿Cómo nació tu pasión por la radio? ¿A qué edad comenzaste a colaborar en programas radiofónicos? Alicia Caldera Quiroz:—Yo todo el tiempo escuchaba el radio o música. Al ser hija única era lo que me acompañaba en mis largas horas de soledad. Un díaacompañé a mi mamáa Radio Universidad de Guadalajara y habíamos oído que tenían un programa infantil. La amiga de mi mamá me presentó con el, entonces, productor Juan Antonio Romo Anguianoquien me invitó a colaborar. Yo tenía 9 años.
¿Qué aprendizaje te llevaste cuando egresaste del programa El Saltaperico? —Que ya quería hacer otro tipo de radio que no fuera infantil. Me acuerdo de que Guadalupe Estrella nos asignó una campaña publicitaria de un refresco mexicano y wow…fue muy retador poner en práctica lo que sabíamos para hacer ese otro tipo de radio.
¿De dónde surge la idea del proyecto de la Dimensión Colorida? ¿Cuántos años lleva al aire? ¿Cuál es su objetivo principal? ¿Dónde y cuándo podemos escucharlo? —Surge porque cuando se acabó el Saltaperico (cuya producción corría a cargo de Cecilia Fernández Haro) Radio Universidad de Guadalajara necesitaba de un programa infantil, pues uno de los propósitos de las radios universitarias es la formación de públicos y de productores. Entonces, Carlos Ramírez Powell me encargó que planeara el nuevo programa infantil. Ya tenemos 21 años al aire. Y tiene muchos objetivos: la formación de públicos y de productores, el darles voz a los niños y el decirle al mundo que los niños son parte del presente.Que son importantísimos y que siempre, hay que escucharlos. Lo podemos escuchar todos los sábados, a las 10 am, en Radio Universidad de Guadalajara (https://udgtv.com/radioudg/guadalajara/).
¿Qué significó para ti ganar con el programa de la Dimensión Colorida el tercer lugar del Premio Alemán de Periodismo Walter Reuter 2008? —Significó muchísimo tanto a nivel personal como a nivel profesional. Cuando nos entregaron el premio Lidya Cacho, quien era parte del jurado, le dijo a la prensa que había peleado por entregarnos el premio porque, en este país en el que es cada vez más difícil ejercer el periodismo, hay que premiar y exaltar el periodismo (y la radio) hecho por y para niños. Nos dieron dinero que repartí (equitativamente) entre todos y cada uno de los integrantes del colectivo. Y la embajada alemana me llevó a Alemania una semana: y fue increíble. Uno de los mejores viajes de mi vida en el que aprendí mucho con respecto a ser mexicano, a la identidad, al ser alemán, al periodismo y a lo que es importante para decir. Ese viaje me mostró que la vida, en el cotidiano, es parte fundamental en las decisiones políticas del mundo y que hay que hacerlo notar.
¿Qué otros programas has producido? ¿Nos podrías contar un poco sobre ellos? —Han sido un montón. La verdad no me acuerdo de todos. Te van algunos: Viceversa en el que hablaba acerca de distintos temas políticos, sociales y culturales con dos personajes que eran, al menos, 20 años mayores que yo: Pablo Arredondo yJaime Lubín. Ese era el formato, una charla entre dos generaciones.
Dopatrip era un programa súper lúdico. Lo comenzaron Adrián Pérez y Héctor Esqueda. Eran textos loquísimos que nosotros escribíamos y producíamos. La mezcla era muy especial. De este programasalió un libro homónimo.
La radio del espejo: un programa de entrevistas de perfil con personajes sobresalientes de la ciudad. Seis grados de separaciónjunto con Cecilia Fernández, Gabriela Bautista y con producción de Juan Carlos Castillo. Este era un espacio de charlas científico-tecnológicas, culturales y de formación social. Ahora tengo al aire:Hilando fino, conversaciones que tejen tribus. Un programa en el que abordamos las implicaciones políticas, sociales, económicas y sociales de la maternidad y la crianza.
¿Tienes algunos otros proyectos en puerta? —Está por salir un libro que nos va a publicar la editorial del estado de Jalisco en conjunto con Typo-taller que tiene que ver con las implicaciones políticas, sociales, económicas y sociales de la maternidad y la crianza.
¿Cómo es tu proceso creativo para producir un programa de radio? —Todo lo que me sucede puede ser traducido a radio. El proceso creativo es estar aquí y ahora poniendo atención a lo que me rodea.
De toda tu experiencia radiofónica ¿qué sería lo más extraordinario? —Conocer tanta gente tan diversa es lo extraordinario.Escuchar tantas voces me ha nutrido muchísimo.
¿Qué representa la radio para ti? —Mi vida. Es crear. Es corazón.
De las entrevistas y/o reportajes que has realizado, ¿cuáles te han impactado más? —La serie de reportajes que hice del viaje a Alemania me gustó mucho. También la serie que hice de Octavio Paz (llamada Poliedro) me gustó porque me peleé mucho con ella. Yo le quería poner: la serie del esposo de Elena Garro…, pero no me dejaron.
Por otra parte, ¿cuántos años llevas dando clases? Cuéntanos de tu experiencia como maestra, ¿qué anécdota nos puedes compartir? —Tengo 24 años dando clases. Siempre supe que quería ser maestra. Mi mamá lo es y observándola aprendí muchísimo. Luego, cuando me contrataron en el Colegio Escalante, ahí nos dieron una capacitación increíble que duró muchos años. Hoy, en el Tec, nos capacitan muchísimo, entonces, ha sido un aprendizaje continuo (y también un desaprendizaje continuo).Tengo muchísimas anécdotas por contar, me gustan mucho las de exalumnos que luego me escriben para decirme cosas bonitas que aprendieron o que les pasó después de reflexionar lo que aprendieron en clase.
También eres autora junto con Ingrid López Inzunza del libro Guía para citar textos académicos (2018), editado por la Editorial Digital del Tecnológico de Monterrey, ¿podrías hablarnos sobre este eBook de apoyo que se distribuye gratuitamente en Amazon? —Este libro es resultado de una capacitación que nos ofrecieron en el Tec de Monterrey. Ingrid López Inzunza, quien es una excelente profesora, siempre está al pendiente de cuáles son las áreas de oportunidadque se tienen que atacar en cuanto a la currícula se refiere. Entonces, luego de tomar el curso, Ingrid le propuso el libro a la Editorial Digital para que nos sirviera como recurso didáctico. La editorial aceptó y escribimos el libro. Ingrid es una apasionada del tema, su pasión me contagió. El libro, además, es muy fácil de usar. Pueden buscarlo en amazon o en e-book. Es totalmente gratuito.
En enero de 2021, 16 profesoras de 10 campus fueron certificadas para el proyecto “Mexicanas del Mañana” por el Tecnológico de Monterrey, entre las cuales fuiste una de las seleccionadas, ¿de qué trata la metodología internacional Marketplace Literacy Project? y ¿cuál es su impacto? —Ese proyecto fue muy bonito porque trabajamos con jóvenes de 15 a 19 años de escuelas públicas. Primero nos capacitamos y luego, estuvimos con ellas en dos momentos con la finalidad de prevenir la violencia pues se sabe que, una de las causas que alimentan la violencia contra las mujeres es la falta de autonomía y la dependencia económica. Entonces, en el curso, les mostramos a las chicas a ser compradoras más conscientes y responsables, les mostramos que son capaces de emprender y que esto, les daría independencia económica. Al final, en palabras de José Carlos Vázquez, lo que se busca es: “cambiar la conciencia, el compromiso y la mentalidad que en una cultura patriarcal ha dejado marcada a muchas de nuestras jóvenes”.
En 2015 compilaste el libro Historias de madres, historias con madre, editado por la Editorial Paraíso Perdido, ¿de dónde surge la idea de compilar estas crónicas del maternaje? —Cuando parí, observé que no podía ser la misma. En ese momento tenía 4 trabajos y, ya con el bebé, no podía hacer ninguno. Además, nadie lo entendía pues seguían exactamente las mismas exigencias…bueno, uno de mis jefes, Francisco Díaz Aguirre me dio oportunidad de trabajar desde casa para estar con el niño. Pero había ocasiones en que las juntas de trabajo (de alguno de ellos) era una comida que se prolongaba por horas. Yo, de plano, me llevaba al bebé conmigo y me veían feo. Ahí fue cuando supe que tenía mucho que decir al respecto. Lo platiqué con amigas quienes me manifestaron su empatía: entonces planeamos el libro que es una coedición entre el SUTUdeG y Paraíso Perdido. Yo creo que los editores no se dieron cuenta de lo que estaban haciendo y le apostaron a creernos…todavía hoy pienso que no se han dado cuenta de lo que publicaron. Hoy, el tema de la maternidad y la crianza es uno de los temas importantes en la agenda pública.
¿Sientes que vives dos vidas: la del trabajo y la de ser madre? ¿Cómo vinculas estos dos aspectos en tu día a día? —Antes sí. Luego vino el libro y las cascada de reflexiones grupales. El acompañamiento en la reflexión de la tribu de mujeres. La expansión de la tribu. La pandemia y la inmersión absoluta en la maternidad encerrados en casa. La pandemia vino a mostrarme el rezago en el crecimiento económico y profesional que tenemos las madres frente al resto porque las madres hacemos jornada triple. Durante la pandemia, como muchas otras, mi oficina estaba instalada en el comedor entonces la ponía y la quitaba tres veces al día.Era mamá-maestra-cocinera-consejera-tiradora de la basura-portera-ama de casa…todo al mismo tiempo y sin cesar. La pandemia me mostró que mi vida era una sola…llena de cosas por resolver y que, de alguna forma, debía de aligerarla. Y que la culpa, de ninguna manera, es mía o de mi hijo sino de la estructura que nos carga la mano.
¿Qué solución propones para que se visibilice e integre más el maternaje a las jornadas de trabajo de las mujeres sin que tengan tratos injustos y salarios menos remunerados? —Primero nombrarlo. Luego, hacer todo para que la maternidad y la crianza sean visibilizados como una parte importante de nuestra sociedad. Si no maternamos, si no criamos entonces… ¿qué adultos tendremos? El otro día, en una empresa para la que ofrezco servicios, me quejaba bromeando de que no me habían tomado en cuenta para el reparto de utilidades (con toda razón porque no estoy en su nómina) y una chica mucho más joven que yo, madre de una niña pequeña, me decía: pues ya trabaja para nosotros todo el día y yo le dije: ¿y mi hijo? Y ella: pues ahí está. No se puede tener todo en la vida…y todas las demás mujeres (todas más chicas que yo) estuvieron de acuerdo. Me quedé helada. Y les solté: ¡cómo no! Aunque sea a codazos, pero todo se puede...ese pensamiento es el que hay que cambiar. No debemos elegir entre una cosa u otra.
Aparte de ser reportera, locutora, productora, maestra y madre, ¿qué hobbies tienes? —La música, la lectura y la gimnasia olímpica.
Por último, ¿qué es lo que más disfrutas de trabajar con niños? —Es tremendamente divertido. Todo el tiempo me mueven el esquema y me hacen observar el mundo con ojos felices y asombrados. Eso no lo cambio por nada…imagínate que todos pudiéramos ver el mundo con ojos felices ¿a poco no sería todo distinto? Muchas gracias, estimada Alicia Caldera Quiroz, por tu tiempo y atención en esta entrevista.
Sobre la entrevistadora: Melissa Nungaray (Guadalajara, Jalisco, 1998) es escritora, poeta y periodista. Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma del Estado de México.Es autora de los libros de poesía Raíz del cielo (Secretaría de Cultura de Jalisco/Literalia, 2005), Alba-vigía (La Zonámbula, 2008), Sentencia del fuego (La Cartonera, Cuernavaca, 2011) y Travesía: Entidad del cuerpo (La Zonámbula, 2014). En 2014, ganó el segundo lugar del IV Premio Nacional de Poesía Joven Jorge Lara.
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