World Vision ha organizado, a través de sus socios locales, campamentos de verano en Ucrania para ofrecer a los niños y niñas un respiro necesario de la realidad cotidiana de la guerra. La organización internacional de ayuda ha puesto en marcha más de 34 campamentos en el país devastado por el conflicto, incluidos los establecidos en las regiones de Kyiv, Lviv, Chernivtsi y Zakarpattia.
Los campamentos de verano están abiertos a niños y niñas de entre 5 y 17 años y tienen una duración de entre una y dos semanas, ofreciendo actividades adecuadas a la edad, como deportes, manualidades y talleres de robótica. Todas las actividades se han adaptado para ser realizadas con menores vulnerables expuestos a conflictos.
Y aunque divertirse es el objetivo principal, los campamentos tienen un propósito que va más allá, ya que el personal, formado en primeros auxilios psicológicos, vigila a los menores para detectar signos de angustia y derivarlos.
Catherine Green, directora de la Respuesta a la Crisis de Ucrania, explica que los campamentos, que se están llevando a cabo en colaboración con organizaciones locales, están teniendo una gran aceptación. "Si alguna vez los niños y niñas de Ucrania han necesitado una o dos semanas de diversión, es ahora. Es difícil comprender los horrores por los que han pasado en los últimos meses”.
"En uno de los campamentos, el primer día, se presentaron 140 menores y fue reconfortante escuchar el sonido de las risas y los cantos, y ver cómo las preocupaciones de la guerra empezaban a desaparecer de sus jóvenes hombros. El objetivo de los campamentos de verano es dar a los niños y niñas tiempo para ser niños y olvidarse de lo que ocurre a su alrededor. También dar a los padres un respiro y la oportunidad de salir a buscar trabajo”, añade Catherine Green.
Fue en el pueblo de Repuzhyntsi, en el oeste del país, donde 140 niños llegaron entusiasmados el primer día del campamento de verano, dirigido por uno de los socios de World Vision, el Movimiento Juvenil Be Free.
Angela, de 17 años, es una de las adolescentes que ayuda a dirigir las actividades tras huir del este del país, duramente golpeado. Su casa, en la región de Luhansk, fue quemada completamente y ahora vive con amigos de la familia. "Jugamos a diferentes tipos de juegos, como los de mesa, los saltos… Simplemente nos reunimos todos los días para hablar y reírnos con otros niños y niñas".
Timothy, de 14 años, que es mentor del campamento, comenta que “acudir a las actividades nos permite conectar y comunicarnos en persona y pasar un tiempo siendo niños de verdad. Eso es lo más importante". Timothy también escapó de la región de Luhansk en un viaje que describió como "aterrador": "cuando me fui sabía que tal vez nunca podría volver”.
Los campamentos son un ejemplo de cómo la ONG está respondiendo a las necesidades de salud mental de los niños y niñas, después de que un reciente informe de la organización de ayuda descubriera que 1,5 millones de menores ucranianos corren el riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y deterioro social, debido a la guerra.
El informe "No Peace of Mind" ha dado la voz de alarma sobre una crisis inminente, un documento en el que los padres y madres ucranianos revelan que la salud mental de sus hijos es su mayor preocupación.
World Vision tiene previsto aumentar el número de campamentos en Ucrania y organizar nuevos y actividades similares para menores refugiados en Rumanía y Moldavia.
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