Los párpados son los encargados de proteger los globos oculares de la suciedad y sequedad. Incluso cuando dormimos, trabajan para mantener nuestros ojos hidratados y libres de residuos. Se trata de la piel más fina del cuerpo (menos de 1 mm), unida a un pequeño músculo que los mantiene en su sitio y permite que la piel se mueva hacia arriba y hacia abajo cuando abrimos y cerramos los ojos.
A los párpados caídos se les conoce también como blefaroptosis (ptosis significa caída), problema que se produce cuando esos músculos que se conectan al párpado superior o bajo la ceja se debilitan o dañan. Solo es necesario que uno de estos músculos se deteriore para que se produzca la caída, lo que lleva a que el párpado parezca flojo o cansado, y a que caiga justo encima del ojo.
Aunque generalmente es puramente un problema estético, en algunos casos puede afectar a la visión y dificultar la realización de las tareas cotidianas. Además, puedes notar que los ojos se irritan más fácilmente o provocar dolor alrededor de los ojos, con migrañas si la afección está muy avanzada.
Entre las causas de este debilitamiento o daño, las más habituales son el proceso de envejecimiento natural, la genética, la medicación o enfermedades como el síndrome de Horner o la miastenia gravis, pero también un mal uso de lentillas oculares, complicaciones de una cirugía e incluso por accidentes o tumores cerebrovasculares.
Así podemos levantarlos sin cirugía
Para solucionar unos párpados caídos no es necesaria la blefaroplastia, procedimiento quirúrgico con bisturí que elimina el exceso de piel, músculo o grasa, ya que es invasiva y ocasiona hinchazón y dolor durante días, pudiendo dejar cicatrices. Una opción más recomendable son los tratamientos cosméticos, que podemos realizar en casa con buenos productos: “Por ejemplo, la aplicación de un contorno de ojos que tenga la capacidad de tonificar y reafirmar específicamente esta piel, tanto párpado superior (doble pliegue) como inferior. También, con efecto antiglicación y una buena dosis de aminoácidos de colágeno, y que solucione otros problemas como bolsas, patas de gallo, ojeras o flacidez” – aconseja Esperanza Sáenz, de la firma sevillana Nezeni Cosmetics.
En algunos centros de estética encontrarás también técnicas no invasivas como el láser de CO2 fraccionado, utilizado durante mucho tiempo para la reducción de arrugas y perfecto igualmente para dirigir y corregir la delicada piel alrededor del ojo. También las inyecciones de neurotoxinas (botox u otras) que proporcionan un método relativamente rápido para resolver la apariencia de la ptosis, creando un efecto lifting que se deberá mantener después con retoques cada cuatro o seis meses para mantener los resultados: “Otras opciones son los rellenos con ácido hialurónico que imitan el lifting de párpados, los hilos tensores PDO que al levantar los tejidos de la ceja, también levantan el párpado, y para hacer en casa, ejercicios de yoga facial que mejoran su flacidez siempre y cuando la ptosis se deba a la pérdida de músculo y no a un daño nervioso” – recomiendan desde Nezeni Cosmetics.
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