Uno. La utilización del doble lenguaje con revestimiento de ironía y su utilización en los “campus” generalistas de la sociedad…, es lo que se puede llamar HIPOCRESIA AL USO.
Dos. Enterrar con cal todo lo manifestado y prometido en las sucesivas manifestaciones antes y durante las etapas de gobierno…, NO TIENE NOMBRE.
Tres. Rodearse de personas capaces de vender su propia inteligencia y adecuar sus decisiones y comportamiento al “estatuto presidencialista”…, es propio de REGÍMENES ABSOLUTISTAS.
Cuatro. Manifestar reiteradamente que “la Ley está para cumplirse” y compadrear con todos aquellos que de forma deliberada la incumplen de forma continuada…, es COBARDÍA AL USO.
Cinco. Llorar en los entierros y olvidarse en los despachos…, es INSULTANTE.
Seis. Rodearse de personas muy preparadas en cada una de las áreas de un Gobierno y saberse orientar por las mismas…, es PROPIO DE LOS HOMBRE DE ESTADO. ¿Existen en España? Siete. La transparencia es el juzgado social de un Estado, lo contrario…, es el DIARIO DE LOS EGÓLATRAS PERSONALISTAS.
Ocho. Hablar, dialogar, escuchar, preguntar son acciones propias de políticos socialmente responsables…, lo contrario es la BUNKERIZACIÓN IDEOLÓGICA.
Nueve. Mirar y no ver, tocar y no sentir, oír y no entender…, es característico del GOBERNANTE INEXPERTO, SOBERBIO y ENDIOSADO.
Diez. Contemplar un mundo “sodomizado”, sin suficientes “hombres justos”…, es el mejor símbolo de la “PROPIA AUTODESTRUCCIÓN” Quise creer en los hombres por su capacidad de pensar, entender y decidir, pero cuando observo la realidad cercana a mi sociedad DUDO DE NUESTRA PROPIA CAPACIDAD DE REGENERACIÓN.
El mercadillo ideológico que hemos creado puede que funcione un día a la semana, luego, la cruda realidad nos dice que esos mercadillos tienen mucho de “ASOCIACIONES CON INTERÉS DE LUCRO” y muy poco de “SOCIAL DEMOCRACIA”.
Se dice que “el que no llora no mama”; en nuestra España sería mejor aquello de “con el carnet adecuado tengo todos los derechos”; No importa ser ignorante. ¡C’est la Vie!
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