Menorca, un perfecto enclave vacacional en el Mediterráneo

España es un gran destino turístico tanto para los españoles como para turistas de Europa y de todo el mundo, ya que cuenta con una amplia riqueza en muchos aspectos: histórica y culturalmente, así como de ocio, destacando sus costas y sus playas.

En este último aspecto, destaca la costa del Mediterráneo y los dos archipiélagos hispánicos: las islas Canarias y las islas Baleares. De estas últimas, resalta Menorca, una isla que también cuenta con un largo pasado y una gran riqueza cultural.

Menorca es una isla situada al oeste del archipiélago balear. Es la segunda en extensión, después de Mallorca. Contaba con población ya desde la Edad de Bronce y han quedado vestigios de construcciones megalíticas similares a las de Mallorca y a otras islas mediterráneas como Cerdeña o Malta.

Las grandes civilizaciones de la antigüedad como los griegos, los fenicios y los cartagineses se asentaron en esta isla fundando en estos últimos la actual capital, Mahón. Sería conquistada por el Imperio Romano y a su caída tomada por los vándalos.

La resistencia visigoda en la península fue mayor en esta isla, que no sería conquistada hasta el año 903. Sería liberada y recuperada por los reinos cristianos por Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, en 1232.

Menorca estuvo bajo dominio británico en el siglo XVIII tras la Guerra de Sucesión Española, que conlleva a la instauración de los Borbones franceses en España. Sería también tomada por los franceses y volvería a dominio hispánico con la firma del Tratado de Amiens en 1802, durante el reinado de Carlos IV.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) se mantuvieron firmes en el bando republicano y fue un punto importante para el desembarco de algunas tropas. Tras este punto histórico, veamos la oferta cultural de la isla, sus playas y algunos consejos para disfrutar de unas vacaciones en la isla de Menorca.

Qué ver de la cultura menorquina

Como ya hemos mencionado, en la isla se encuentran monumentos megalíticos de gran envergadura y de distintos tipos, de navetas, tumbas monumentales colectivas entre las que destaca la naveta des Tudons, hasta dos monumentos típicos de esta isla, las taulas, una construcción de piedra en forma de “T” que solo se ha encontrado en Menorca; y los talayotes, una especie de torres de vigilancia construidas en piedra que al ser los monumentos prehistóricos más abundantes en la isla, y en Mallorca, ha dado nombre a una etapa de la prehistoria balear, la cultura talayótica.

Cerca de la playa de Son Bou se encuentra la Basílica de Son Bou, una basílica paleocristiana de tres naves, cuya construcción data del siglo V y cuenta con una necrópolis en su interior considerada Bien de Interés Cultural de Alaior. Entre otras construcciones religiosas destaca el Santuario de la Virgen del Monte de Toro, patrona de Menorca, situado en el monte que le da nombre.

Este gran edificio religioso de la isla es la Catedral-Basílica de Santa María de Ciudadela, construida en la primera mitad del siglo XIV. Combina los estilos gótico y neoclásico, ya que en el siglo XVIII se restauró la capilla del Santísimo, de estilo barroco, estilo arquitectónico del que se conserva la capilla de las Almas.

Toda la isla de Menorca está rodeada por un antiguo sendero denominado el Camí de Cavalls, con una longitud de 210 kilómetros. Parte de este sendero ya se había construido en el siglo XIV, como elemento defensivo para la construcción de torres de vigilancia debido a las incursiones piratas. En el siglo XVIII fue considerado Camino Real por parte de los ingleses y pasó a ser una vía de comunicación.

Entre las construcciones modernas destaca el fato Favartiz, situado en un acantilado en el Parque Natural de S’Albufera des Grau, otro enclave de obligatoria visita.

Pueblos y playas

Dependiendo de cuáles sean los intereses del viaje, recomendamos tener en cuenta unos u otros aspectos sobre el alquiler vacacional en Menorca. Es aconsejable situarse en un punto donde todo lo que queramos ver y visitar esté cerca o se pueda llegar a estos con facilidad.

Entre algunas de las ciudades más bonitas de esta isla se encuentra Binibeca, una ciudad que llama la atención por sus calles blancas. La Ciutadella cuenta con restos arqueológicos como los ya citados, además de ser la sede del obispado y donde se encuentra la Catedral-Basílica. En esta ciudad se encuentra el museo Pintor Torrent, donde está gran parte de la obra de José Roberto Torrent Prats, hijo Ilustre de Ciutadella.

Sin embargo, no podemos olvidar otro de los grandes reclamos turísticos de Menorca: sus playas. La Cala Turqueta es una de las más reclamadas de la isla, ya que, según indica su nombre, sus aguas son de un color turquesa sorprendente. Se encuentra cerca de la Ciutadella, en un paraje rodeado por pinos.

La Cala Macarella es otra playa que destaca por el color azul de sus aguas, aunque este es más intenso, y también cristalino. Es pequeña y está habilitada para la práctica del nudismo. Se encuentra junto a la cala Turqueta.

La Cala Galdana, situada junto a las anteriormente mencionadas, es una playa donde más allá de bañarte es sus aguas podrás practicar actividades acuáticas como la conducción de barcas a motor, montar en colchonetas gigantes tiradas por barcos y hacer parapente.

La Cala Pregonda se sitúa al norte de Menorca, cerca de Fornells y Mercadal; destaca por su arena roja y el agua totalmente cristalina. Por último, destaca también la Cala Mitjana, una playa hermosa por sus aguas de color turquesa, en una cala virgen con un paraje de vegetación espectacular. Se sitúa al sur de la isla, ligeramente al oeste del centro.

Teniendo en cuenta la amplia oferta vacacional que ofrece Menorca, es un destino ideal para pasar algunos días relajados y sin las preocupaciones del día a día, disfrutando de playas paradisíacas, de tomar el sol o de hacer algunas actividades acuáticas. También podrás visitar ciudades y pueblos con encanto y monumentos que sorprenderán a su paso por sus calles. Considera Menorca como tu próximo destino.