Esta primera quincena de septiembre, el exilio paraguayo en Argentina recibirá la visita del candidato en el cual tiene cifradas sus mayores esperanzas.
Luis Mello es uno de los tantos hijos del exilio paraguayo que hicieron su vida en Buenos Aires. Nació, según su propio testimonio, en medio del río Paraná huyendo del régimen dictatorial paraguayo, pero jamás olvidó sus raíces. Su padre, Ricardo Mello Vargas, fue un connotado héroe de la guerra del Chaco, y su actuación en la batalla de Boquerón inclusive mereció una escena cinematográfica de Tonchy Antezana.
Luis Mello es un convencido de que debe refundarse la República del Paraguay, y reverdecer la revolución inconclusa del Coronel Rafael Franco, emprendida en 1936. Para tamaño emprendimiento, cree que Euclides Acevedo es el hombre que exige la coyuntura.
De acuerdo a lo expuesto por otro viejo hijo del Exilio, Epifanio Méndez, Euclides es el único candidato que menciona al colonialismo entre las causas estructurales del dolor paraguayo.
Ni el contexto internacional ni la cuestión social están presentes en el discurso de otro candidato
La receta para sacudir al Paraguay, según el exilio paraguayo, pasa por una conducción de uñas cortas y manos limpias, nacional, popular, inclusiva y democrática. Epifanio Mendez destaca que Euclides Acevedo convocó al mismo partido gobernante a integrarse a la tarea de reconstrucción nacional, algo que los demás opositores pasan por alto.
El poder mediático intentó en vano instalar como alternativa una concertación encorsetada por inicuas leyes electorales, a las que Euclides contrapuso una concertación de hecho basada en afinidades programáticas.
El pueblo paraguayo tiene la oportunidad de pronunciarse en las urnas en abril del año próximo. Tal vez sea una oportunidad irrepetible, a la que el exilio paraguayo en Argentina no ha dudado en calificar como su última esperanza. LAW
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