Izquierda: "Decretazo vegano", decís. ¿De verdad que es eso todo lo que se os ocurre? Si la victoria de esta lucha contra el mantenimiento o la abolición de vuestras salvajadas dependiese únicamente de la ciencia y la decencia, hace mucho que os oxidaríais en la derrota como vuestras lanzas, porque cualquiera de los toros que destrozáis os supera en inteligencia y un ratoncillo tiene más empatía que vosotros.
"Negar al toro la posibilidad de indulto", alegáis. Cómo es eso de optar a la posibilidad (un 0,000001%) de que no asesinéis -para que luego muera igualmente por las heridas- a quien, en cualquier caso, nada hizo para ser condenado, ¿consintiendo que lo torturéis?
"Derecho consuetudinario", aducís. Y el derecho escrito contra el maltrato que siempre prevalece qué, ¿ese os las suda? Será porque os cuesta leer y escribir.
"Retroalimentación de la violencia 'antiraurina' (¿veis lo que afirmaba al final del párrafo anterior?: no sabéis ni redactar vuestros carteles) y el maltrato personal", exponéis. Los que hieren de modo atroz a toros y los matan sois vosotros. Al igual que quienes año tras año agreden a los activistas que van a manifestarse a Tordesillas. Lleváis la violencia en el cerebro, el maltrato en los actos y la sangre de vuestras víctimas, animales y humanos, en las manos, taurinos.
Derecha: El 3 de septiembre de 2022 proponéis recuperar los despeñaderos de toros alanceados del S.XVII. Sugiero que si vosotros necesitáis asistencia sanitaria de cualquier tipo por accidente o enfermedad, se os apliquen exclusivamente procedimientos con los medios y avances médicos existentes en 1688, que sois subdesarrollados para lo que os interesa.
Patronato del #torodelavega: ¡tarados!, pero tarados peligrosos. Ese es el problema. Y esto va especialmente por ti, Enrique Carnero, alias "el Zarzas", presidente de ese Patronato de M.
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