Lo que confirma el cambio energético en este país, rebajar el IVA del gas del 22 al 5 por ciento, es la improvisación y la ausencia de un criterio consolidado dentro de un Gobierno en el que los ministros y ministras parece que están demasiado acostumbrados a rectificar lo que dicen.
Esto no significa que el Gobierno no pueda y deba cambiar su política, pero siempre ante circunstancias sobrevenidas. No como en esta ocasión, en la que la necesidad de presentarse con argumentos en el debate con Feijóo en el Senado precipitó una decisión que se tenía que haber tomado, junto con algunas otras, hace varios meses.
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