Tuvimos un claro ejemplo en Grecia y no lo supimos interpretar ni entender. Lo seguimos viendo en Venezuela a diario y no caemos del burro. Tal vez pensemos en aquello de "eso aquí no puede suceder", pero -mira por dónde-- lo tenemos a la vuelta de la esquina. Y esa recuperación que ya teníamos en la mano, la estamos dejando escapar. De repente, buena parte de la ciudadanía se ha vuelto a meter en el caparazón; se gastará menos, habrá quien haya cogido miedo,... No desbarro si digo que la recuperación está ahora mismo en entredicho.
Dudo que Mariano Rajoy pueda formar Gobierno. No hay margen para la negociación, sobre todo cuando el odio y la envidia están por medio. Ni Pablo 'Mezquitas' ni Pedro ZParo II están dispuesto a que el Partido Popular siga en el Gobierno. El bloque de Ciudadanos nada puede aportar con sus cuarenta escaños de cara a una solución inmediata. Tal vez haya sido el sueño de una noche de verano y 'Mezquitas' lo ha aplastado durante los dos últimos días de campaña. El problema es que el PSOE tiene una responsabilidad histórica que no va a saber gestionar. Tampoco veo a Mariano capaz de buscar apoyos para andar un camino lleno de chinas, charcos y palos.
Dudo mucho también del sentido de Estado de Pedro Sánchez. No dudo de su capacidad de insultar y de aventar el calificativo "indecente", pero gobernar, gobernar,.... pues, no. No me lo tomen a mal, pero me recuerda a Rodríguez Zapatero perdido en un terreno de jaurías. Me inclino por unas elecciones en el primer trimestre del año 2016.
Si el PSOE se cegara de ambición en la figura de Sánchez hay dos salidas: la intervención de los pesos pesados, donde ni siquiera está él -- por muy secretario general que sea en este momento-- que pueden impedir el acercamiento a la formación de Pablo 'Mezquitas' y, por tanto, la fagocitación del PSOE a corto plazo. La segunda salida es que obliguen a Sánchez a dimitir tras el descalabro y el ridículo que ha acercado al socialismo a la española. Por este último camino puede llegar un nuevo Gobierno que dé tranquilidad y sosiego a la ciudadanía y plasmar el resurgimiento que ahora se ve. Nadie duda de que la crisis está quedando atrás.
El intento de negociación del PP con independentistas, proetarras, separatistas, mareas,... es impensable. Pero también veo irrealizable un pacto de gobernabilidad entre PSOE, formación leninista-bolivariana, separatistas, comunistas del niño Jesús, independentistas, republicanos proterroristas catalanes,.... Muy mal cóctel y peor solución. Está claro que la solución la pintan calva, retorcida y llena de humillaciones para el PSOE. No menos para la derecha 'mariana'. Posiblemente se imponga la dimisión de Pedro y Mariano, pero la empanada de los resultados sigue siendo la misma.
Esas líneas maestras de los bolivarianos, pro (In)Maduro, comunistas y revolucionarios, que ellos mismos llaman "pegamento", no pasan ningún control de formalidad, dignidad y calidad de Estado. No veo más solución que nuevas elecciones. Intentar formar Gobierno para que en seis o siete meses se convoquen nuevas elecciones es perder el tiempo. Recuerden aquello de José Mota: "Si hay que ir, se va, pero ir 'pa ná' es tontería". Pues, eso, nuevas elecciones.
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