Las artes tienen caites y zapatos. Esto no quiere decir, que lo uno u lo otro tiene más prestigio, pues no. Sería una gran equivocación, porque todo tiene su valor conforme se lo da el autor de la obra. De tal suerte, las artes en la cultura, esencialmente engloba las creaciones realizadas por el ser humano, así expresa la visión sensible acerca de la realidad circundante, bien sea real o imaginario, o en su defecto to combinado, con plásticos, lingüísticos o sonoros. Con la cultura de las artes se permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones y demás cánones que engloban ese mundo maravilloso.
Ahora bien, se puede escribir como se habla, eso no es incongruente o que esté fuera de lugar, es decir, el lenguaje de uso diario se metamorfosea en casos objetivo y es adjetivación, y en otros es subjetivo, eso depende de la tonalidad o dimensionalidad que el autor pretende darle a su obra cualesquiera que esta sea.
En consecuencia, los datos de los códigos de la calle, escribirlos es un notable aporte al avance de las artes tales como: La música, lo letrístico, el teatro, la danza, pintura y etc. Por ejemplo, las palabras es un hecho que nunca envejecen, lo que aparece en el tiempo son nuevos regionalismo. Es decir, si leemos a Juan Rulfo: EL LLANO EN LLAMAS, o cualquier otra obra... ¿Sería estar leyendo algo desfasado porque se escribió hace muchos años, eso letrístico envejeció, pues NO? Considero que no. En todos los tiempos, lo letrístico tiene su efecto, el sentido que el autor le otorga.
Es por eso que en las artes nadie tiene la última palabra. Cada autor de determinada obra, la hace como mejor le convenga con sus usos imaginarios enmarcado en realístico, ficción, realidad combinado con ficción, y etc. Conclusión, todo es para el autor una evidente realidad, el receptor es quien forma o deforma, y los críticos de arte ni digamos.
A todo esto no escapa, la maledicencia de ciertos sabelotodos, que encubiertos y aplicando sofismas, deforman una obra de arte: música, pintura, escritura, y etcéteras, por hipocresía envidia, odio, egoísmos, que es la llave del infierno. Que a éste o aquel no le guste, determinada obra artística, bien sea un “crítico literario” o no, eso no significa que es mal arte. Hay que estar claro, que en las artes, no existe nada feo, porque aquellos a estos no les guste, pero, otros si les gusta. Entonces, dentro de las artes todo es bello, nada es feo. Por tanto, no es correcto ser descalificativo, porque es relativo el gusto dentro de las artes, que siempre será arte venga de donde venga.
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