Las fuertes lluvias sufridas en la mayor parte de Honduras han provocado inundaciones, deslizamientos de tierra, destrucción de infraestructuras y por tanto la interrupción de accesos en las carreteras del país, así como la ruptura de muros de contención en la zona del Valle de Sula.
El pronóstico de la temporada de huracanes que comenzó el pasado 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre, indica que aún se esperan más lluvias intensas y también la posibilidad de que el país pueda verse afectado por al menos dos ciclones tropicales, causando mayor saturación de los suelos, daños en los muros de contención, nuevos deslizamientos en asentamientos humanos así como daños en las principales vías terrestres, y aumento en el nivel de las presas, que puedan llegar a sobrepasar su capacidad.
En este momento el Huracán Ian, categoría 3, se encuentra en el Golfo de México a 800 kilómetros de la costa hondureña, generando fuertes lluvias. La previsión es que 60.000 familias, aproximadamente 300.000 personas, podrían verse afectadas durante esta temporada. Los pronósticos también consideran un incremento de lluvias en la zona sur a partir del lunes 3 de octubre.
World Vision, con amplia presencia en las comunidades afectadas, ha realizado diferentes acciones a través de sus diferentes socios y autoridades competentes y mantiene comunicación constante para proveer información actualizada de la situación.
Mientras la organización ya ha preparado a los equipos de emergencia y ha activado los Comités de Respuesta quienes han hecho evaluación de los daños y análisis de las necesidades, para la adquisición de suministros como, kits de higiene, kits de limpieza, kits familiares y kits para bebés, así como la activación los Espacios Seguros para la Infancia en albergues, comenzando por el distrito central de la capital, Tegucigalpa. En la zona norte del país, también se entregaron kits de higiene y aseo, además de kits refugio con colchones y mantas en diferentes albergues.
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