Los datos de inflación publicados por el INE son positivos y mejor de lo esperado los publicados. El IPC en España se sitúa en el 8,9% en septiembre, lo que supone una caída en términos interanuales de 1,6 puntos. No obstante, es necesario recordar que esto no significa que la inflación baje, sino que el ritmo de crecimiento empieza a disminuir, es decir, los precios experimentan variaciones inferiores a meses anteriores. Tenemos que diferenciar, por tanto, lo que significa que una inflación que baje de una que suba menos.
Destacar que el ritmo de crecimiento de la inflación subyacente también desciende y se sitúa en el 6,2%. Hacía 14 meses que no veíamos cómo se ajustaba a la baja.
Estos datos muestran que parece que el impacto de los tipos de interés ya se empieza a notar en la actividad económica. Asimismo, la deprimida confianza del consumidor está empezando a contraer el nivel de gasto y, consecuentemente, los precios empiezan a subir menos.
Vamos a seguir viendo un ajuste a la baja de la inflación en los meses que quedan de 2022, pero no olvidemos que venimos de niveles muy altos y, como mencionábamos, esto no significa un descenso de la inflación, sino una subida menor.
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