No cabe duda de que lo natural está de moda. Pero más allá de tendencias efímeras y gustos pasajeros, lo cierto es que la naturaleza siempre ha sido, es y será la mejor solución para mimar nuestra piel de forma saludable y conseguir un aspecto bello y vital.
Desde tiempos ancestrales, las plantas han sido utilizadas y muy valoradas como remedios aplicados a la salud y la belleza y, en la actualidad, hemos recuperado esa esencia para redescubrir todo lo que durante siglos vienen demostrando que pueden hacer por nosotros. El ámbito de la belleza y la cosmética es uno de los campos en los que la naturaleza nos demuestra sus mejores habilidades, especialmente a través del poder de las plantas. Dos de ellas nos servirán de ejemplo para confirmar lo anterior: la centella asiática y el ginkgo biloba.
Centella asiática
Como su nombre indica, la procedencia de esta planta se sitúa en Asia, especialmente en países como la India, Sri Lanka o China, y en diferentes puntos del Sudeste Asiático. Curiosamente, en estas zonas del planeta la centella asiática es conocida popularmente como ‘la planta de los tigres’. Esto es así por la costumbre de estos animales de curar sus heridas revolcándose sobre ellas.
Hace siglos era un ingrediente clave de la medicina tradicional de antiguas culturas y civilizaciones que descubrieron sus propiedades y la utilizaban como solución curativa y regeneradora, una herencia que, afortunadamente, hemos recuperado.
Beneficios más destacados de la centella asiática:
- Posee propiedades antioxidantes
- Estimula la circulación sanguínea
- Combate infecciones gracias a sus cualidades antisépticas
- Regenera y repara, acelerando el proceso de renovación celular
- Es antiinflamatoria, descongestiva y calmante
- Aporta numerosas vitaminas para la piel
Ginkgo biloba
El nogal de Japón, como también se conoce a este árbol, tiene una historia milenaria y, como en el caso de la centella asiática, también es originario de Asia, concretamente de China, donde posee un carácter sagrado y es conocido como ‘árbol de las pagodas’, por lo que puede verse en los jardines de numerosos templos del país.
Además de por su valor ornamental, el ginkgo también es reconocido por sus grandes beneficios sanadores, por lo que se ha venido usando en la medicina tradicional desde hace cientos de años, especialmente debido a sus propiedades vasodilatadoras.
Beneficios más destacados del ginkgo biloba:
- Vasodilatador
- Posee cualidades antioxidantes que combaten los radicales libres
- Mejora la circulación
- Tiene propiedades antisépticas
- Aporta vitaminas útiles en el cuidado de la piel
No cabe duda de que tanto las propiedades del ginkgo biloba como las de la centella asiática son importantes bazas en el ámbito de la cosmética natural, aplicándose para diferentes usos en forma de cremas, lociones, cápsulas, etc., soluciones que se convierten en grandes aliadas de la belleza y la salud de nuestra piel.
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