Hoy, en el mundo, casi 90 millones de personas se encuentran desplazadas de manera forzosa. Personas que han huido de sus hogares huyendo del hambre o de la guerra, para pasar a convertirse en personas en tránsito. Khaled (el niño que aparece en el cartel de la exposición) es uno de los casi 90 millones de migrantes o refugiados que hay en el mundo. Historias como la de Khaled son las que podemos conocer gracias a la exposición Los rostros del hambre: migrantes y refugiados, que se puede visitar hasta el 30 de octubre en la estación de Madrid Puerta de Atocha (Espacio Abierto, frente al Jardín Tropical) .
La exposición pretende poner ojos, piel y voz a personas refugiadas y migrantes a través de la mirada del fotógrafo Gonzalo Höhr y, especialmente, a través de los trabajos que realizó para Acción contra el Hambre, gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Según cuenta el autor de las imágenes, “la idea es ofrecer una visión sobre una problemática que se dilata geográfica y temporalmente. No es la crisis de la que hablan hoy los medios, sino las crisis que desde hace años permanecen en el tiempo por todo el mundo”.
Pero esta exposición no pretende quedarse solo en lo visual. También quiere que el visitante experimente a través del juego Refugeoly, creado por el artista y educador Vinny Montag, cómo es la vida de una persona que sale de su país huyendo del hambre o de la guerra. El juego está basado en los testimonios de personas refugiadas.
Sobre el tablero, el jugador tiene la oportunidad de convertirse en persona refugiada y tratar de llegar a un país de asilo a través de unas casillas que muestran las dificultades reales que han tenido que sufrir. Refugeoly ha sido diseñado para ayudar a entender el drama al que estas personas están expuestas y para observar cómo el dinero, la mafia y comportamientos hostiles afectan a migrantes y refugiados en sus caminos de huída.
La muestra nos transporta a países como Honduras, sumido en una crisis migratoria cada vez más agudizada; Moldavia, que fue un lugar de paso para miles de personas refugiadas ucranianas cuando estalló el conflicto; Bangladés, lugar de éxodo para la minoría rohinyá; Líbano, país de acogida para más de 1,5 millones de sirios, o Mauritania, donde aguardan miles de malienses tras diez años de guerra en su país.
Las imágenes de esta exposición muestran solo una de las múltiples caras del hambre. Personas que viven en países pobres, donde la inseguridad y la desnutrición suele generar conflicto y violencia. El hambre y los conflictos son causa y efecto del aumento de personas refugiadas: 6 de cada 10 personas con hambre vive en países en conflicto.
Tras la muestra en Madrid, esta exposición itinerante, que forma parte de la campaña Detrás de la emergencia, financiada por la AECID, estará presente en las principales ciudades españolas gracias al Programa Estación Abierta de ADIF. Este programa es el principal instrumento de Adif para materializar la colaboración con el tercer sector, poniendo a su disposición, de forma gratuita, una plataforma excelente (cada año más de 150 millones de personas pasan por las estaciones de Adif) para realizar actividades que les ayuden a sus objetivos, a la vez que las estaciones aumentan su valor para los ciudadanos al proporcionales contenidos culturales, sociales o ambientales.
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