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Caída libre

Hay que ir a un frente único de todas las izquierdas y organizaciones laborales, campesinas, populares, feministas y juveniles para luchar contra este fuji-congreso
Isaac Bigio
lunes, 31 de octubre de 2022, 10:05 h (CET)

Nunca antes en el mundo, un partido que haya ganado 2 vueltas presidenciales pierde fuertemente en las siguientes elecciones en todas las regiones, capitales departamentales y urbes de un país. Somos muchos los peruanos que dimos nuestro voto a Perú Libre (PL) en las legislativas y en las 2 vueltas presidenciales del 2021 pensando que éste iba a cumplir varias de sus promesas de redención social. Hoy, con mucha pena, vemos que este partido, en vez de haberse ido ampliando y masificado, se ha desinflado y desplomado.


Su único militante en haber llegado a ser Primer Ministro, Guido Bellido, pone el dedo en la llaga al haber propuesto que “el partido debe pasar por un cambio radical en su estructura y dirección luego de una crítica y autocrítica”. A fin de abrir una discusión al respecto, vamos a mostrar cifras muy reveladoras y plantear ciertas conjeturas del por qué del gran revés.


Con respecto a la historia universal, PL ha logrado 2 récords electorales:


1) Ser el primer partido que se reclama marxista-leninista en haber llegado constitucionalmente al Gobierno con más de 8,8 millones de votos, debutando en una competencia presidencial.


2) Ser el único partido que, tras haber ganado las legislativas y las 2 rondas presidenciales, en los siguientes comicios pierde a más del 96% de electores que habían votado anteriormente por este.


PERÚ LIBRE PERDIÓ A 24 DE SUS 25 VOTANTES


La primera vez que PL compitió a nivel nacional fue en las parlamentarias extraordinarias del 26/01/2020, donde obtuvo 502 898 votos (3.4% de los votos válidos). Luego, el 11 de abril 2021,salió primero en las 3 postulaciones que se dieron: 1 715 069 votos (16.2%) para el Parlamento Andino; 1 724 303 votos (13.4%) para el Congreso; y 2 724 752 (18.9 %) para la Presidencia. A las 8 semanas, PL ganó la segunda vuelta presidencial con 8 836 380 votos (50.1%).


Esto implica que desde que debutó en una elección nacional, PL más que triplicó su votación en las legislativas y más que quintuplicó en la primera ronda. Luego entre la primera y vuelta más que triplicó su votación.


Las siguientes elecciones que se dieron en Perú fueron las regionales y locales del 2 de octubre. Tradicionalmente en estas, todo partido de Gobierno busca ganarlas o quedar bien ubicado para así poder garantizar la estabilidad de su mandato y poder aplicar sus planes originales. Sin embargo, PL, en vez de ascender, se desplomó. Solo pudo conseguir candidatos para presentarse en Lima metropolitana y en 14 de 25 Gobiernos regionales (en 10 de estos no se atrevió a participar, y en su bastión Junín se retiró).


El partido, que en las presidenciales del 6 de junio ganó en 16 de las 25 regiones, a 18 meses de estas, no ganó ni quedó segunda en ninguna de estas ni en ningún departamento o urbe. En todas partes sacaron una mínima fracción de la suma de votos blancos y nulos. Solo en Ucayali traspasaron el 10% de los votos y en el resto quedaron entre los últimos. En Lima metropolitana no llegaron ni al 1.5% de los votos válidos. Allí estuvieron en el peor puesto, al igual como quedaron en el populoso Lambayeque o en Pasco (la región más ligada a su reducto de Junín). En Lima provincias por solo 36 votos PL no se ubicó al final de todos.


En todas las regiones sumaron 268 303 votos y si a ello le agregamos los 78 364 votos en la provincia de Lima metropolitana, tenemos un total de 346,667 votos. Ello significa un 1.8% de los 19 130 692 votos emitidos a escala nacional.


Esto implica que PL se redujo a casi la mitad del porcentaje electoral que obtuvo en las elecciones del 2020 y a casi la décima parte del que obtuvo en la primera vuelta del 2021. En comparación con los más de 8,8 millones de electores que le respaldaron 18 meses antes en el balotaje del 6 de junio, PL perdió a casi 8,5 millones de personas. De 25 a 26 ciudadanos que en los pasados comicios habían dado un sí el lápiz, apenas únicamente 1 volvió a repetir ello, pues el resto prefirió borra su anterior marca. Nunca antes en la historia mundial, un partido que venía de ganar 2 vueltas presidenciales se ha desplomado tanto, pero tanto.


Cuando PL participó por primera vez a nivel nacional (enero 2020) quedó en quinto puesto dentro de la izquierda y sin ninguno de los 130 congresistas. A 33 meses de esos comicios, en las regionales de octubre, PL quedó segundo y último dentro de la izquierda. Juntos Por el Perú (JPP), pese a haberse roto, quedado sin sus principales partidos y sin su candidata presidencial, solamente en Lima metropolitana sacó 339 570 votos, casi tantos como todo PL a nivel nacional. JPP solo pudo presentarse en 4 regiones (Amazonas, Áncash, Arequipa y Cusco) en las cuáles sumó 182,670 votos. Si a esa cifra le agregamos la obtenida en Lima, JPP consiguió 522 240 votos.


Este dato es importante, pues una de las razones que aduce el Dr. Cerrón para justificar su desabarranco electoral es que pagó las facturas de su asociación al Gobierno. Sin embargo, Roberto Sánchez, el líder de JPP, es el único ministro, junto con Dina Boluarte, que siempre se ha mantenido en su puesto y leal a Pedro Castillo desde el inicio. Este, por lo tanto, debiera haber sido más castigado. No obstante, los más castillistas de JPP sacaron un 50% más de votos que los que tuvo PL, pese a competir en solo 5 circunscripciones (mientras PL lo hizo en 15, es decir, el triple).


DESPLOME EN LAS MUNICIPALES Y REGIONALES


Se podrá decir que la gente no votó siempre igual en las elecciones locales y en las generales y que hay muchas partes donde PL no pudo armar candidaturas, pero no se puede dejar de ver una notoria tendencia hacia el declive. Si solo comparamos la performance de PL en estas y anteriores elecciones regionales y municipales, veremos los siguientes datos.


En Huancayo (la séptima ciudad del país y donde también se encuentra la dirección nacional de PL), este movimiento debutó en el 2010 quedando tercero con el 15.1 % de los votos válidos; luego en el 2014 incrementó su caudal en un 50% para casi empatar el primer puesto con 22.5% (perdiendo por solo 183 votos); y finalmente en el 2018 volviendo a incrementar su caudal en otro 50% para ganar con amplísima ventaja y con el 36.6%. Sin embargo, en el 2022, PL redujo su electorado a la octava parte, consiguiendo apenas 4.8%.


Con respecto a los 15 regidores provinciales en cada elección iban triplicando su bancada (1 en 2010, 3 en 2014 y 9 en 2018), pero ahora se quedaron sin uno solo. De los 29 alcaldes distritales de Huancayo en el 2010 consiguieron 6, en el 2014 perdieron 1 y en el 2018 las duplicaron. Esta vez bajaron de 10 a 2 (solo a la quinta parte).


En cuanto a la región Junín, en 2010 allí PL debutó como movimiento político, haciendo que el Dr. Vladímir Cerrón las gane con 33.4 % (más que duplicando a su principal rival, que era de Fuerza Popular). En el 2014, el secretario general y fundador de PL no pudo ser reelecto al perder en el balotaje con el 46.9%. Sin embargo, en el 2018, el Dr. Cerrón vuelve a ser Gobernador Regional con 36.9 %, su mejor votación que haya tenido (sin tener que ir a una segunda vuelta). También allí, PL logró 8 de los 13 escaños en el Consejo Regional, su cifra más alta, con lo que aseguraba allí una amplia mayoría absoluta. Sin embargo, en el 2022 PL se quedó sin candidato y sin nadie electo en el consejo regional. También perdió a las 5 alcaldías provinciales que controlaba en Junín.


PL ni siquiera pudo capitalizar el hecho de que ellos se reclaman como el primer partido que llega a Palacio tras haber surgido en el centro del país. Allí se quedaron sin ninguna región o provincia y en Pasco fueron los peor votados.


Otro argumento del Dr. Cerrón para explicar su revés electoral es que él y su partido han sido blanco de la persecución política-judicial. Sin embargo, veamos lo que dice la Wikipedia de Zósimo Cárdenas Muje, quien acaba de ganar la Gobernación de Junín: "Cárdenas es investigado por el delito contra la administración pública" por "peculado", "negociación incompatible y contra la tranquilidad pública" y "crimen organizado". "La Contraloría Regional de Huancayo inició dos auditorías en su contra por un presunto perjuicio económico de 10 millones de soles durante su gestión como alcalde de Pichanaqui."


Por todo el país muchas autoridades han sido electas pese a graves denuncias y procesos judiciales en su contra. Basta ver no más en la capital con las fuertes acusaciones legales que tienen los 2 candidatos que estuvieron en la punta (Rafael López y Daniel Urresti). José Luna, quien iba a ser el teniente alcalde de Podemos en caso de que Urresti no hubiese perdido por muy poco, fue detenido a la quincena de las municipales del 2 de octubre para que cumpla 34 meses de prisión preventiva.


Si PL fuese consistente con sus denuncias de que sufre una persecución política-judicial, debiera demandar por doquier la libertad inmediata de su secretario de organización y número dos del partido, Arturo “pinturita” Cárdenas, así como los castillistas han estado publicitando lo mismo ante Yénifer Paredes, la hija putativa del Presidente.


Cárdenas pertenece al "Movimiento Regional Sierra y Selva Contigo Junín", el cual, además de haber ganado la gobernación regional, también ha obtenido 9 de los 13 regidores regionales, 5 de las 9 alcaldías provinciales y 39 de los 115 municipios distritales. A dicho movimiento también pertenece el nuevo alcalde de Huancayo, Dennys Cuba Rivera, quien inició su carrera política en el partido humanista y luego fue candidato al congreso por este y JPP en el 2020.


Ello también desmiente la tesis de que el desgaste de Castillo le quitó votos a PL, pues el nuevo burgomaestre que remplaza al cerronismo en Huancayo, al igual que muchas otras nuevas autoridades electas, proviene de partidos izquierdistas que hoy están con el actual Gobierno.


El índice de aprobación a Castillo varía entre el quinto y el tercio de los encuestados, lo cual implicaría entre 5 a 8 de los 25 millones de ciudadanos habilitados para sufragar. PL bien pudo haber cosechado una parte de ese electorado, así como del que se encuentra insatisfecho con el que Castillo haya abandonado sus "palabras de maestro". Esto es, ha tenido un amplio segmento para capitalizar, pero ni siquiera ha sido apoyado por la doceava parte de esa quinta parte de los encuestados que, como mínimo, apoyan siempre al Gobierno.


En la capital, PL estaba obligada a sacar un buen resultado si quisiera influir en política nacional. En Callao, la segunda ciudad más poblada del país, PL, JPP y la izquierda, no presentaron candidatos y le dejaron el campo libre a la derecha.


En Lima metropolitana, PL había postulado al exalcalde Ricardo Belmont en las municipales del 2018, quien sacó 205,716 votos (3.89%), quedando quinto entre 20 aspirantes. En el 2022, PL apenas superó levemente un tercio de esa votación y quedó último entre 8 participantes.


SERIOS REVESES


A los 2 días de las elecciones del 2 de octubre, el Dr. Cerrón rompió su silencio con este Twitter: “Son 59 alcaldías que ha logrado ganar el Partido Perú Libre a nivel nacional, 3 provinciales y 56 distritales, a quienes saluda y felicita por su triunfo en condiciones difíciles. Es la primera vez que el Partido obtiene esta representación edil, ¡Hasta Más Allá de la Victoria!”.


El énfasis en el gran triunfo lo exacerbó la portavoz de PL en el Congreso (y ahora en el Gabinete), Kelly Portalatino. En una entrevista a “Hildebrandt en sus Treces” (21/10/2020), ella negó que les haya ido mal en las municipales porque “tenemos 78 alcaldes a nivel nacional”.


Como hemos visto, PL perdió el único Gobierno regional, los únicos concejales regionales y los 5 municipios provinciales de Junín, los únicos que hasta antes de octubre estuvo administrando en toda la república. Sin embargo, ahora PL acaba de ganar por primera vez en 3 provincias fuera de Junín: Bolívar (La Libertad), Cotabambas (Apurímac) y Melgar (Puno) con buenas votaciones. En Bolívar con 2 329 votos (29,5% de los votos emtidos), en Cotabambas con 8 646 votos y 29,5%, y en Melgar con 13 728 y 29.5%. Estos porcentajes superan levemente el 33.3% si se descuentan a los votos nulos y blancos.


El número de habitantes de esas provincias son poco menos de 75 mil en Melgar, 50 mil en Cotabambas y menos de 20 mil en Bolívar. Los otros son 75 municipios que va a controlar PL son de distritos que apnas cuentan con algunos miles de ciudadanos. En ellos, PL ha ganado con CIENTOS (en vez de MILES) de votos. Como en el Perú hay casi 2 100 municipios (196 provinciales y 1 896 distritales), las 78 alcaldías representan un 3.7% del total de estas. Sin embargo, la cantidad de personas que allí reside pueda que esté muy por debajo del 1% de los 33 millones de peruanos.


PL ha perdido un Gobierno regional y la alcaldía de una capital departamental (ambas ocupando el séptimo lugar en población a nivel del país). También ha quedado malparado en todas las 26 urbes o ciudades peruanas con más de 100 mil habitantes. En todas estas, PL, o no se ha presentado, o ha obtenido menos del 10% de los votos emitidos.


En términos de gobiernos regionales y de alcaldías provinciales obtenidas, PL ha sido superado por al menos 15 organizaciones en toda la república. Este número va a crecer cuando se complete la segunda vuelta de varias regionales. PL también ha quedado último en la izquierda, pues JPP ha obtenido 4 municipios provinciales.


Si comparamos la votación de PL con la de otros movimientos de izquierda, vamos a comprobar que se trata de uno de los peores porcentajes que haya sacado cualquiera de estas. El 1.8% que obtuvo PL el 2 de octubre es varias veces inferior al porcentaje que sacaron las 4 organizaciones de izquierda que fueron a la constituyente de 1978-79 (FOCEP, PSR, PCP y UDP), de 4 de las 5 listas que compitieron en las elecciones generales de 1980 (PRT, UNIR, UI y UDP), de la Izquierda Unida en 1985 y de las 2 divisiones de esta última en los comicios de 1990, que el Frente Amplio en las elecciones generales del 2016 y de las 5 listas principales que postularon en las legislativas del 2020 (FA, JPP, Democracia Directa, Unión Por el Perú y PL).


No mencionamos a las izquierdas durante el primer cuarto de siglo desde que Fujimori llegó a palacio, pues, desde entonces, esta fue tan golpeada que acabó cobijándose tras candidatos “menos malos” de la centroderecha.


La votación que hoy ha sacado PL es apenas mayor que la que obtuvieron antiguas fuerzas de izquierda antes de perder para siempre su registro electoral (FOCEP, APS de Mohme y el Partido Socialista de Luciano Castillo en 1980 y el PST en 1985). Conste que en el 2021 perdieron su registro electoral Victoria Nacional de George Forsyth por sacar poco menos del 5% de los votos, junto con el histórico PPC y otras fuerzas que anteriormente habían tenido cierto arrastre electoral dentro de la izquierda (como el Frente Amplio, Democracia Directa y UPP).


En vez de estar buscando una interpretación exitista para sus magros resultados, PL debiera hacer una muy profunda reflexión sobre su debacle. Si no lo hace puede acabar como estas últimas siglas de las que hemos hablado, así como antes ha pasado con el caso de importantes partidos históricos que tienen casi un siglo de existencia (el APRA y los partidos comunistas).


Es de destacar que el verdadero ganador de las regionales y municipales ha sido el descontento popular hacia todos los partidos. Esto se ha expresado en los 5 618 659 electores que no fueron a sufragar (pese a ser ello castigado con multas) y en que los votos nulos/blancos han sido tan altos que la suma de estos ha vencido en numerosas regiones. Hasta la fecha solo 4 partidos nacionales han ganado gobiernos regionales, hay 10 movimientos regiones que se han impuesto en sus departamentos y hay 9 departamentos donde falta una segunda vuelta.


Es posible que la suma de ausentes, nulos y blancos se acerque o hasta supere a la que sacaron cualquiera de los 2 finalistas en el balotaje del 6 de junio (PL y FP), partidos que se han desabarrancado por completo. En todo caso, la suma de votos por movimientos locales y regionales fuera de Lima metropolitana va a ser mucho mayor que la de la de los partidos nacionales.


SIN BRÚJULA


La razón del hundimiento de PL tiene que ver directamente con sus posturas políticas. Si se hubiera planteado transformarse en un partido amplio que una a toda la izquierda y a las organizaciones obreras, campesinas y populares en torno a sí mismo y si hubiese buscado empujado a Castillo a cumplir sus olvidadas “palabras de maestro”, hoy sería la primera fuerza a nivel nacional. Sin embargo, PL se contradice tanto que más del 95% de quienes antes votaron por este ya no han querido seguirle apuntalando.


Hasta junio 2021 la bancada de PL se reivindicaba como la “oficialista”, pero ya no. Sin embargo, tampoco quieren ser de oposición (ni siquiera una de izquierda que cuestione a Castillo, pero le defienda ante el golpismo). Por un lado, dicen que el Gobierno es “pésimo”, “neoliberal” y “derechista” y por otro han puesto a la jefa de su bancada en el Gabinete.


Siendo Primer Ministro, Bellido buscó remover a los 2 ministros más izquierdistas de su Gabinete (el canciller Héctor Béjar, el único socialista que ha liderado relaciones exteriores durante esta democracia, y el ministro de trabajo Iver Maraví, quien empezó a hacer reformas laborales). Sin embargo, apenas dejó su puesto, acusó a Castillo de nunca haber sido de izquierda. Luego, dio otro giro y buscó convertirse en escudero del Presidente, tal vez para buscar volver a su entorno o gabinete.


En vez de demandar a Castillo para que cumpla con su promesa de no beneficiarse del sueldo, palacio y avión presidenciales, y que todos los congresistas y ministros de PL se bajen su sueldo para ganar igual que el de un maestro o trabajador calificado (como prometieron durante las elecciones del 2021 e hicieron muchos parlamentarios izquierdistas después de 1978), Bellido justificó que el presidente deba ganar bien y que su anterior planteo fue fruto de un mal asesoramiento.


PL ya no exige que el pueblo elija a los jueces y que se elimine la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Constitucional (TC). Más bien, el entonces perulibrista José María Balcázar, al mando de la comisión encargada de nominar al nuevo TC, aprobó una lista dominada por conservadores o pro-fujimoristas y la impuso sin dejar que los congresistas discutan absolutamente para nada sobre esta. Si PL se retiraba en protesta por esa arbitrariedad, dicha votación (que fue todo un caballazo) no se pudo haber dado o consumado. Empero, el sector de Waldemar Cerrón y Bellido votó sin protestar por todos esos 6 magistrados.


El partido que ganó las elecciones proponiendo el ingreso libre a las universidades, ha votado contra la reforma universitaria y por más universidades privadas (todas las cuales subsisten cobrando mucho a sus alumnos y sin dar buenos servicios).


Waldemar Cerrón, quien es el secretario de ideología de PL, nunca ha reivindicado en ninguna parte a Marx, Lenin y Mariátegui (pese a que su hermano Vladímir dice que nadie puede ser de izquierda sin identificarse con estos 3). En vez de ello, o hacer actos de homenaje a varias revoluciones, como la soviética (que ahora cumple su 105 aniversario), él se ha hecho conocido por sus intentos de llegar a un acuerdo con el fujimorismo para evitar que cualquier partido pueda ser considerado por la justicia como una “organización criminal” o para impedir que más de un tercio de los congresistas (que ya no están en sus bancadas originarias) puedan postular a cargos directivos. Tanto él, como antes Bellido y luego Balcázar salieron a proteger a la cuestionada Presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, dándoles significativos y efusivos abrazos ante las cámaras de TV.


Por más que Marx, Lenin y Mariátegui sostienen que la clase en la cual deba construirse el partido y liderar la revolución es la obrera (el proletariado), PL nunca habla de esta ni quiere intervenir. No participa en sus marchas contra las leyes laborales, por sus paros, por el primero de mayo o contra el golpismo. No le da importancia a la CGTP o a la Asamblea Nacional de los Pueblos. Cuando fue Premier, Bellido nunca aumentó el salario mínimo que se mantuvo congelado al mismo nivel que 4 presidentes antes le habían mantenido, pese al alza del costo de vida.


PL logró censurar a la única otra ministra de trabajo que haya sido de izquierda (Betssy Chávez) aliándose con la ultraderecha. El partido, que supuestamente llama a luchar contra el neoliberalismo, ha votado con los sectores más oscurantistas y golpistas de la derecha contra las reformas universitaria y electoral, por la suspensión de las internas partidarias, para echar al Gabinete de la centro-izquierdista Mirtha Chávez (donde estaban 2 ministras entonces de PL), contra el aborto y el matrimonio igualitario, y a favor del TC más proclive a Keiko Fujimori que haya habido. Es más, el Dr. Cerrón indica que el enemigo principal no es el imperialismo o la reacción, sino los “caviares”, que son la mayoría del resto de la izquierda, contra la cual es preferible coincidir con los fascistoides contra esta.


Cuando la gran mayoría de los peruanos pide el cierre del Congreso (el cual ha llegado a tener el respaldo de solo el 6% de los encuestados, uno de los porcentajes de respaldo a un parlamento más bajos del mundo), PL es un campeón de su mantención proponiendo que este debe seguir como tal hasta cumplir su quinquenio en julio 2026. El problema es que uno tan retrógrado como el actual, nunca va a dejar pasar ninguna medida social radical.


El partido, cuyo postulado central era acabar con la fuji-constitución e ir a una nueva Constituyente, no dijo nada de esto cuando Bellido, dirigiendo la Presidencia del Consejo de Ministros, fue a pedir el voto de confianza al Legislativo. Ahora, ha decidido seguir gobernando con la carta magna impuesta por la fuji-dictadura, la misma que no permite ninguna de las nacionalizaciones, controles de precios o medidas contra los monopolios por las cuales millones votaron por PL esperando que este las implementase.


Los admiradores de Cuba que llaman a seguir su modelo de salud estatizada, eficiente y 100% gratuita en el Perú, no han construido ningún hospital a la cabeza del ministerio de salud (según confesión del Dr. Cerrón y pese a haber tenido 3 perulibristas encabezándolo) ni han hecho nada para nacionalizar clínicas o farmacéuticas o, siquiera, para quebrar los monopolios existentes. También, PL rechaza la mayor cantidad de casos de abortos, todos los cuales en Cuba son legales y gratuitos.


Recientemente, Guido Bellido escribió este twitter: “Es momento de diálogo y muestras de desprendimiento político para acabar con la confrontación Ejecutivo Legislativo. Insto al Presidente de la República, Pedro Castillo ,y Presidente del Congreso, Williams Zapata, sentarse en Palacio de Gobierno, dialogar y resolver los problemas del país."


El problema con este planteo es que Zapata y el Congreso no van a parar de conspirar hasta lograr que Castillo y PL sigan dando mucho más “muestras de desprendimiento”. Para que el Congreso se desprenda de tantas maniobras destituyentes, Castillo y PL deben comprometerse a mantener el status quo, lo que implica no cobrar a corporaciones deudoras al fisco, no ir contra narcos, corruptos y fuji-delincuentes y no querer hacer ninguna reforma social algo significativa. Mientras tanto, PL y Castillo ya han decidido ceñirse a la actual fuji-constitución; dejar que Fujimori y Montesinos sigan en sus prisiones doradas para continuar complotando; aceptar todas las políticas monetaristas del FMI, Banco Mundial y el BCR de Julio Velarde, antiguo amigo del fujimorismo; no querer nacionalizar nada ni redistribuir propiedades; seguir manteniendo una extensa jornada laboral con un salario mínimo inferior a lo que puede gastar la anterior presidenta del congreso en un viaje, hotel o comida; seguir con una economía abierta a las multinacionales; y convertirse en aliados incondicionales de Washington, a cuyas tropas le dan la bienvenida y con ellas realizan ejercicios de guerra.


PL más parece interesado en defender sus cuotas y dietas en el Congreso, el Gobierno y el sector público, que luchar por el programa con el cual sacó millones de votos. Con tod ello, va a terminar perdiendo soga y cabra. Sin electores pierde su capacidad de negociación y de presión. Y estos se le van a ir seguir yendo si continúan viendo que PL no les defiende, como viene pasando ahora.


Las masas no simpatizan para nada con este Congreso y quieren que el actual culmine. Una expresión de ello es que todos los partidos que están allí han sido vapuleados en las elecciones locales y regionales, donde, además, el voto nulo/blanco ha sido mayor que el de cualquiera de ellos y el ausentismo mayor que la suma de todos estos. PL defiende a este Congreso, pues teme que, en nuevas elecciones, se van a volver a quedar sin ningún parlamentario.


Empero, si PL, JPP y las izquierdas adoptasen un programa de demandar para que Castillo cumpla con sus promesas y que se organicen grandes movimientos sociales contra el golpismo y por las demandas sociales, la izquierda se potenciaría.


Las constantes concesiones que PL le hace a la derecha es lo que ha llevado a su declive y hoy está abriendo un terreno fértil para que el ultranacionalismo con tinte racista y xenofóbico de Antauro Humala vaya quitándole piso y avanzando. Con esa línea de constantes claudicaciones al fujimorismo, PL se está haciendo el hara-kiri.


Las grandes mayorías no van a ganar nada con que Castillo haga las paces con el parlamento más oscurantista, impopular y golpista del hemisferio. En vez de pedirle a Castillo que siga retractándose de todas sus promesas para adaptarse a las exigencias de la ultraderecha, se trata de demandar lo opuesto.


Hay que ir a un frente único de todas las izquierdas y organizaciones laborales, campesinas, populares, feministas y juveniles para luchar contra este fuji-congreso, para cerrarlo e ir a nuevas elecciones legislativas, por una nueva constituyente con plenos poderes que reorganice radicalmente al país y por aplicar inmediatamente todas las promesas de cambio social para dejar de vivir con tanta pobreza en un país tan rico.

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Es propio de estas fechas hacer balance del año. Pero, entreviendo conclusiones poco gratas, opto por emprender una cavilación breve y escrita sobre la noción, más genérica, de cambio o transformación, ese “leitmotiv” recurrente del progresismo contemporáneo cuando medimos cualquier mutación en términos de avance social.

Cuando las jerigonzas se extienden en los ambientes modernos, las habladurías altisonantes no pasan de generar unas algarabías sin sentido. Los hechos repercuten en cada ciudadano, sin guardar relación con lo que se dice. Se consolida una distorsión de graves consecuencias, lejos de ser una rareza, se generaliza en la práctica diaria.

Como la lluvia fina que parece que no, pero cala hasta los huesos: el mensaje es claro, quieren que acabemos pensando que “lo que nos viene encima es irremediable”, que los recortes que van a dar en el Estado del bienestar de aquellos que todavía tienen la suerte de tener una nómina, son absolutamente necesarios.

 
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