Según dicen los expertos, la palabra ángel significa “mensajero”. Es más, curiosamente la mayoría de las religiones, especialmente las monoteístas, consideran la presencia de los ángeles como intermediarios entre Dios y el resto de la humanidad. En este caso, los “ángeles con peto”, son mensajeros que transmiten una información beneficiosa para el resto de sus congéneres y les solicitan sus aportaciones de todo tipo, para ayudar a superar sus dificultades a aquellos que están sufriendo una situación conflictiva o apurada. Son una especie de profetas –el que anuncia y denuncia-, que hacen recapacitar a todo el mundo sobre la presencia del hambre en una sociedad más pendiente del futbol, las luces y el consumo navideño. Nos encontramos en plena campaña bajo el título de la Gran Recogida, promovida por los Bancos de Alimentos. Centenares de “ángeles con peto” han inundado este fin de semana, los supermercados y las grandes superficies de todas las ciudades de España, a fin de servir como esas manos -en este caso, esos recados- de Dios, llamando a la participación y la solidaridad con los más necesitados. Si os dais una vuelta por vuestras ciudades, os encontraréis cada día con aglomeraciones en las puertas de las entidades de reparto. Estas se encargan de hacer llegar a las familias, los alimentos y artículos de aseo, provenientes de los bancos de alimentos, más adecuados a sus necesidades. Niños, ancianos y adultos reciben a lo largo de todo el año los artículos imprescindibles para seguir manteniendo una alimentación digna y conseguir un mínimo de condiciones saludables en sus vidas. La buena noticia de hoy la protagonizan ese montón de “ángeles con peto amarillo”, que disfrutan de la oportunidad de apoyar a los demás, transmitiendo la alegría de sentirse solidarios con los que menos tienen. Personas con peto, que son incapaces de pedir algo para ellos mismos, pero que no dudan en informar, con respeto, a cuantos pasan a su alrededor, de la posibilidad de alimentar a miles de necesitados a lo largo del próximo año. Seamos generosos, dejemos nuestra aportación en las cajas de los establecimientos, enviemos nuestro dinerito por Bizum 00887 o ingresémoslo en las cuentas corrientes de Bancosol en CaixaBank o Unicaja. Transmitan esta petición por las redes. Ese millón de euros, imprescindible para invertirlo en la compra de los alimentos que se repartirán el próximo año, se conseguirá a través de muchas pequeñas y grandes aportaciones. Tú también puedes ser un ángel.
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