El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha declarado 67 reservas hidrológicas en todo el país, entre las que se incluyen 26 nuevas reservas naturales fluviales y, por primera vez, 19 reservas naturales lacustres y 22 reservas naturales subterráneas.
La declaración de 26 nuevas reservas naturales fluviales y la ampliación de dos tramos de ríos, con una longitud de 518,37 km, eleva el número total de espacios protegidos de este tipo a 248, con una extensión de 3.848,51 kilómetros. Además, se han agregado 19 reservas naturales lacustres con un área de 12,34 km2 y las 22 nuevas reservas naturales subterráneas, de 1.077,11 km2 de superficie.
Este proceso es fruto del trabajo realizado por las Confederaciones Hidrográficas para la revisión de los planes hidrológicos de tercer ciclo (2022-2027). Como resultado, se han identificado e incluido en el nuevo plan varios tramos de ríos, lagos y aguas subterráneas que cumplen con las características necesarias para ser reserva hidrológica. El Catálogo Nacional de Reservas Hidrológicas, que da soporte a toda la información técnica sobre estos espacios, cuenta en la actualidad con 222 reservas naturales fluviales: 135 en cuencas intercomunitarias y 87 pertenecientes a cuencas intracomunitarias. Con estas incorporaciones, el Catálogo pasa a contar con 289 reservas.
El documento incluye la declaración como reserva hidrológica de tramos de ríos como el Alberche, el Sorbe o el Gévora; lagos como la Laguna Grande de Gredos, las Lagunas de Muniellos, o las Lagunas de Sierra Nevada; y manantiales como el nacimiento del río Castril Calar del Mundo o la Font de la Coveta, entre otros.
Nuevas reservas naturales hidrológicas en la demarcación del Júcar
En la Demarcación Hidrográfica del Júcar se han declarado cinco nuevas reservas naturales fluviales y otras dos se han visto ampliadas, resultando la segunda demarcación con mayor número de nuevas reservas y la primera en longitud total de nuevos kilómetros aprobados, con un total de 160,62. Además, se ha aprobado por primera vez una reserva natural lacustre y dos reservas naturales subterráneas.
En cuanto a reservas fluviales y por territorios, encontramos en la Comunidad Valenciana la reserva del río Palancia (24,58 km). Entre la Comunidad Valenciana y Aragón se extienden las reservas del río Villahermosa (ampliado a 12,49 km) y del río Monleón (89,99 km). Y en Castilla-La Mancha se han declarado las reservas de los ríos Guadazaón (11,93 km) y Mayor del Molinillo (11,40 km), así como el Arroyo del Almagrero (ampliado a 2,14 km) y la Cabecera del Júcar (8,04 km).
Por otro lado, se ha declarado el Complejo lagunar de las Torcas de Cañada Hoyo (0,06 km), situado en Castilla-La Mancha, como primera reserva natural lacustre de la demarcación del Júcar. La Font de la Coveta, en el nacimiento del río Vinalopó (15,63 km), dentro del territorio de la Comunidad Valenciana, y el Nacimiento del río Huécar (23,23 km), en Castilla-La Mancha, se han declarado también por vez primera reservas naturales subterráneas.
España protege su capital hidrológico
Desde su declaración, el Ministerio ha invertido más de 5,5 millones en el desarrollo de las medidas de conservación y mejora. En estos momentos dispone de una inversión en ejecución de 3,8 millones y está en camino la ejecución de una inversión próxima a los 14 millones en el marco del Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Es decir, en total cerca de 22 millones de euros están invertidos en preservar estos espacios naturales de gran valor ecológico.
Estas iniciativas incluyen la eliminación de presas abandonadas y la construcción de escalas de peces y otras actuaciones de permeabilización de obstáculos, así como el control de especies exóticas invasoras, la mejora de la vegetación costera, la creación de humedales y la celebración de sesiones informativas. Asimismo, incluyen otras actuaciones ambientales realizadas en colaboración con los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
Evaluación ante los impactos del cambio climático
Debido a que las áreas protegidas son lugares de baja presión humana, las reservas hidrológicas constituyen un escenario inmejorable para evaluar los efectos del cambio climático en los ecosistemas de ríos y lagos, y aquellos asociados a agua subterránea.
Actualmente, el MITECO trabaja para implantar una red de seguimiento del cambio climático en cada uno de los tres tipos de reservas hidrológicas, donde se realizarán análisis de gabinete y campo para evaluar los cambios en variables meteorológicas, hidrológicas, hidrogeológicas, morfológicas o de vegetación de ribera, entre otras.
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