El periodo de rebajas provoca un aumento de compras compulsivas de productos que realmente no son necesarios. Por este motivo, el servicio de psicología del Hospital Vithas Xanit Internacional alerta de que los periodos de descuentos, para las personas que presentan adicción a las compras, provocan un mayor consumo y empeoramiento de esta patología.
“La adicción a las compras es una patología conocida como “oniomanía”, la cual suele tener aparición en la juventud, generalmente al final de la adolescencia y en jóvenes adultos, y que consiste en un impulso irresistible por comprar”, explica Estefanía Marcos de Lima, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional quien añade que suele darse más en las mujeres.
En cuanto a los factores psicológicos, como en otras adicciones, la persona afectada presenta dificultades en la regulación emocional y elevada impulsividad. La persona realiza este tipo de conductas compulsivas como mecanismo para gestionar las emociones negativas y la baja autoestima que presenta, lo que le produciría un alivio transitorio que iría seguido de un incremento del nivel de ansiedad por los sentimientos de culpa que surgen a posteriori.
Factores
En el desarrollo y mantenimiento del trastorno por compra compulsiva juegan un papel crucial los factores socio-culturales. “A la economía de mercado, la sociedad de consumo y el materialismo imperante, donde las posesiones materiales y el aspecto físico son un marcador de éxito, se suma también la facilidad para la obtención de crédito, lo que llevaría a los consumidores a no ser tan conscientes del gasto que están realizando, siendo estas algunas de las claves en la aparición de este fenómeno”, aclara la especialista.
Según matiza la profesional, en las personas con adicción a las compras existe una alta prevalencia de depresión, teniendo lugar un incremento de las compras en las temporadas en las que el paciente presenta una mayor intensidad de los síntomas depresivos. “Se observa también en las personas con adicción a las compras una comorbilidad con episodios de ansiedad y del control de los impulsos, así como de la conducta alimentaria (especialmente bulimia y atracones). En cuanto a los trastornos de la personalidad, se ha identificado la presencia de rasgos o trastornos límite, evitativos y obsesivo-compulsivos”.
La agudización de esta patología hace necesaria la intervención de un especialista. La recomendación que se les da una vez han iniciado el tratamiento, es que “el tiempo que inviertan comprando tiene que ser lo más breve posible; es importante que acudan con una lista de las cosas necesarias y acompañados de amigos y familiares que les ayude a realizar una buena gestión del dinero”.
“En nuestro hospital para trabajar esta patología utilizamos diferentes técnicas como la desensibilización automática y la relajación, que se dirigen a controlar la ansiedad generada por la abstinencia de comprar. También se llevan a cabo técnicas como el registro de pensamientos automáticos repetitivos o distorsionados, la toma de conciencia del problema, o la solución de problemas. Y se considera muy efectiva la terapia de grupo, ya que ayuda a compartir dificultades, favorecer la comunicación y encontrar estrategias de solución de problemas”, explica la especialista. Además, añade que, “para poder realizar la intervención seguimos tres fases en el tratamiento, que serían: deshabituación, rehabilitación y reinserción”.
Recomendaciones
Desde el servicio de psicología del Hospital Vithas Xanit Internacional dan las siguientes recomendaciones para evitar las compras compulsivas:
- Aplicar la técnica de esperar unos 10 minutos antes de comprar. La dopamina es un neurotransmisor de la gratificación inmediata, pero se reduce pasados 10 minutos, y por lo tanto los mecanismos de recompensa inmediata dan lugar al control de esa acción y a poder percibir con más calma si es necesaria la compra o no.
- Plantear la siguiente pregunta antes de comprar un artículo: ¿podría vivir sin ello? Y, especialmente, ¿cómo me sentiré dentro de cinco días si adquiero este producto?
- Pensar en qué otras cosas se podría invertir ese dinero, para tomar conciencia de las “necesidades” que se pueden tener, y dónde derivar los gastos.
- Por último, tener en cuenta que es importante comprar no para satisfacer la ansiedad, el impulso o el bajo estado de ánimo, sino porque el artículo sea realmente necesario.
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