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Durante décadas, la ludopatía fue vista como un vicio, una falta de carácter o incluso un defecto moral. Las personas que sufrían de esta adicción eran frecuentemente señaladas y estigmatizadas, consideradas responsables de su comportamiento destructivo, sin embargo, los avances en la investigación médica y psicológica han transformado esta percepción.
Los adolescentes españoles se enfrentan a una crisis silenciosa: su salud mental. Aunque las nuevas tecnologías y el acceso a Internet han abierto infinitas posibilidades de aprendizaje y comunicación, también provocan efectos secundarios preocupantes. El uso intensivo de dispositivos móviles, redes sociales y videojuegos se relaciona con un aumento alarmante de trastornos en la juventud. La salud mental es la causa del Grupo Siglo XXI en este mes de octubre.
En la era digital actual, los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de nuestra vida cotidiana, especialmente para los más jóvenes. La adicción a los móviles en los jóvenes puede atribuirse a varios factores. Las distintas plataformas o redes sociales están diseñadas para captar la atención de los usuarios durante el mayor tiempo posible
Según el Barómetro de la Soledad No Deseada en España 2024, elaborado por la ONCE y la Fundación AXA, el 20 % de los españoles sufre de soledad no deseada, y otro 30 % asegura haberla padecido en algún momento de su vida. Las cifras son preocupantes: el 13,5% de la población afirma sentir esta soledad de manera crónica, desde hace dos años o más. Los jóvenes son los más afectados por este problema. El aislamiento social produce que busquen alternativas en la compañía artificial.
Es un tema relevante, especialmente para jóvenes. A medida que estas plataformas se han vuelto esenciales para la socialización, también han surgido preocupaciones sobre su impacto en la salud mental y el bienestar. La adicción a las redes sociales ofrece una alta tasa de reforzamiento constante, con imágenes e información atractiva a un bajo coste o fricción (deslizando un dedo).
Tener FOMO, acrónimo de Fear of Missing Out, se entiende como un tipo de ansiedad social caracterizada por un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo. Las personas con esta dolencia buscan constantemente una interacción en redes sociales porque sienten inseguridad al estar “ausentes”. La salud mental de la persona se puede ver afectada, y puede aparecer depresión, falta de calidad del sueño e incluso un aumento en el consumo de alcohol.
En los últimos años, el uso de las tecnologías de la información y comunicación ha crecido en los hogares españoles. La utilización de internet ha supuesto una revolución en la forma de vida de las personas hasta llegar a ser una herramienta imprescindible en el funcionamiento de los procesos básicos. Si bien es cierto que la conectividad a internet ha traído consigo numerosos avances, también ha generado un efecto negativo a nivel social.
La Fundación San Pablo CEU ha llevado a cabo una mesa redonda denominada “Niños y pantallas, ¿qué estamos haciendo?”, en la que se han abordado diferentes cuestiones relacionadas con el correcto uso de la tecnología, prevención de la adicción y herramientas necesarias para evitar un uso irresponsable de la misma.
Las imágenes viralizadas por las redes sociales de adictos deambulando por las calles del barrio de Kensington en la ciudad norteamericana de Filadelfia como si fuesen personajes de la serie The Walking Dead, han levantado la voz de alarma sobre el uso no terapéutico del fentanilo, como droga de consecuencias terribles. Tanto es así que la ONU la ha declarado como la más mortífera del mundo.
El domingo anterior, al regresar, nos alistamos y volvimos a salir; unos amigos nos esperaban. El camino estaba despejado y las nubes abiertas auguraban una buena tarde. Almorzamos entre la charla de los temas más variados: educación, espiritualidad y de cómo las estrellas podían ayudar a seducir.
El juego en línea ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, y junto con él ha surgido un mayor interés en comprender su impacto en la salud mental de los jugadores. A medida que más personas se involucran en actividades de juego en línea, es crucial explorar la relación entre el juego en línea y la salud mental para identificar los posibles riesgos y desarrollar estrategias efectivas de prevención y apoyo.
El periodo de rebajas provoca un aumento de compras compulsivas de productos que realmente no son necesarios. Por este motivo, el servicio de psicología del Hospital Vithas Xanit Internacional alerta de que los periodos de descuentos, para las personas que presentan adicción a las compras, provocan un mayor consumo y empeoramiento de esta patología.
La degradación sexual aumenta. ¿Hasta qué punto? Es impredecible decirlo. Según mi criterio el pozo no tiene fondo y por ello la situación empeorará. Chemesex, sexo y drogas sin control, es el reportaje que escribe Susana Quadrado. “Amanecer de viernes. Adelante, hasta 72 horas de sexo y drogas sin parar, ni para comer ni para dormir… La reunión se hará en un piso particular. A la cita van no más de diez hombres dispuestos a tener relaciones múltiples..."
El confinamiento por la COVID-19 ha tenido un efecto significativo en el uso de Internet y en el bienestar psicosocial. Se calcula que entre un 5% y un 25% de los usuarios de Internet padecen adicción a las redes sociales. En general, el abuso en la utilización de las redes sociales se da en mujeres y, en el caso de los hombres, se da una cifra más alta de adicción a los videojuegos. El abuso de Internet predomina en adolescentes de entre 11 y 20 años.
El siquiatra Francisco Alonso Fernández resume la problemática que genera Internet con estas palabras: “Internet origina una activación de las tendencias autodestructivas porque aparta al individuo de la realidad sobre todo en los jóvenes con problemas de comunicación, ansiedad, fobias…que pueden devorar la mentalidad de un niño al sustituir a sus contactos sociales”, por unos amigos telemáticos que es muy posible que nunca vaya a conocer personalmente.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) alertó ha alertado de un aumento del riesgo de “abuso” de pantallas en los adolescentes por el incremento de uso excesivo de Internet y redes sociales. Así lo pusieron de manifiesto varios expertos durante el decimoctavo congreso de dicha asociación, en el que analizaron los resultados del último informe del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones.
El hecho de que la nicotina es perjudicial para nuestro cuerpo no es una novedad y casi todos los que inhalan cualquier forma de nicotina saben que puede causar diversos daños en el organismo. Sin embargo, no es tan fácil para todo el mundo reducir el consumo de nicotina o dejarlo por completo.
Como colaborador de Proyecto Hombres desde hace más de veinte años recibo la revista de la Asociación correspondiente al mes de diciembre pasado en el que se insertan varios artículos relativos a la adición al juego y los problemas tanto personales como familiares que causa la ludopatía. Aunque hay un Plan Nacional sobre Drogas no veo que las diversas cadenas de televisión le dediquen ninguna atención a este problema.
El abuso de las redes sociales entre los jóvenes puede suponer un peligro para su salud mental. Aspectos como la baja autoestima, la búsqueda constante del perfeccionismo, la falta de contacto con la realidad o el aislamiento social pueden generar depresión y ansiedad. La estimulación cerebral no invasiva emerge como una de las técnicas más efectivas para abordar las adicciones de estos jóvenes.
Realizar una lista con aquellas cosas necesarias que se quieren comprar es uno de los consejos dados por los especialistas. El comercio electrónico, que ha jugado un papel clave durante la pandemia, ha favorecido el incremento de esta patología.
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