En los últimos años, el uso de las tecnologías de la información y comunicación ha crecido en los hogares españoles. La utilización de internet ha supuesto una revolución en la forma de vida de las personas hasta llegar a ser una herramienta imprescindible en el funcionamiento de los procesos básicos. Si bien es cierto que la conectividad a internet ha traído consigo numerosos avances, también ha generado un efecto negativo a nivel social.
Estar más de cinco horas delante de una pantalla prueba que se está produciendo un uso obsesivo de la red. Un 23% de jóvenes entre los 14 y 15 años utilizan internet de forma compulsiva, considerándose adictos a internet, según los resultados de un estudio del Ministerio de Sanidad.
La especialista de Mendel Brain en psicología infantil/juvenil y terapias de tercera generación, Celia Torres, destaca que los síntomas para identificar una adicción a internet son parecidos a la sintomatología del juego patológico y la toma de sustancias. El tiempo que pasan en internet, las reacciones de ira y la tensión, son detonantes que muestran la dependencia psicológica de estar conectado. También lo son el sentimiento de preocupación sobre lo que se están perdiendo al no estar conectados y la ocultación y engaño a quienes le permiten el acceso a la conexión.
La prevención es clave para evitar que el uso del internet se convierta en una adicción entre los más jóvenes. Rebeca Melero, Genetista de Mendel Brain, señala que una de las medidas preventivas podría ser la utilización de una prueba genética, ya que nos proporciona información sobre la predisposición genética a rasgos asociados a desarrollar adicción a internet, como son nuestros rasgos de personalidad (en concreto baja responsabilidad, amabilidad, estabilidad emocional y apertura a la experiencia) y la adicción a sustancias estimulantes y/o alcohol.
El uso excesivo de internet, especialmente de las redes sociales, puede desencadenar problemas de salud mental como la ansiedad, el insomnio y la depresión, según apunta Celia de Mendel Brain. En la nueva era digital, el 98% de los niños y las niñas de entre 10 y 15 años utilizan internet de forma habitual. De ahí, la importancia de introducir medidas sociales para promover la concienciación y la educación en el uso correcto de internet.
Según los expertos de Mendel Brain, el entorno familiar en el que se desarrolla un niño tiene un papel fundamental en el tipo de relación que acabará conformando hacia el uso de internet. La capacidad de resolución de conflictos y habilidades de autorregulación del estrés disminuirá la probabilidad de desarrollar la adicción a internet. Además, la experta en psicología infantil/juvenil de Mendel Brain, Celia Torres, recomienda las relaciones interpersonales y practicar actividades al aire libre ya que, actúan como un factor de protección.
La educación es otro de los pilares fundamentales junto con los padres, tutores legales y profesores para la prevención. Es fundamental ofrecer un enfoque multidisciplinario mediante sesiones formativas para proporcionar las herramientas para el uso responsable de internet, promover habilidades necesarias para navegar de manera efectiva y segura en el entorno digital. Así como, fomentar la conciencia sobre los riesgos asociados con el uso excesivo como el ciberacoso, la pérdida de privacidad y los posibles impactos en la salud mental. Cultivar una cultura de conciencia y responsabilidad digital, es importante para construir una base sólida para el bienestar y desarrollo positivo de las generaciones más jóvenes en el mundo digital.
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