Verano, amigos, planes, viajes… o no. El tiempo de ocio puede suponer para muchos jóvenes, “caer en las redes” de la hiperconectividad y el aislamiento que eso conlleva. La asociación Nexum, entidad dedicada a promover la socialización y la creación de nuevos vínculos entre personas, alza la voz de alarma sobre el creciente problema de la soledad no deseada entre los jóvenes, especialmente en épocas de vacaciones.
Gabriela Paoli, presidenta de Nexum y psicóloga experta en adicciones tecnológicas y redes sociales, destaca la urgencia de abordar esta problemática y subraya que el tiempo libre durante las vacaciones puede agravar la sensación de soledad en muchos jóvenes.
Según el Barómetro de la Soledad No Deseada en España 2024, elaborado por la ONCE y la Fundación AXA, el 20 % de los españoles sufre actualmente de soledad no deseada, y otro 30 % asegura haberla padecido en algún momento de su vida. Las cifras son preocupantes: el 13,5 % de la población afirma sentir esta soledad de manera crónica, es decir, desde hace dos años o más. Los jóvenes son los más afectados por este problema, seguidos de las personas mayores de 75 años. Además, la incidencia es más alta en mujeres que en hombres y está directamente relacionada con un conjunto de variables sociales. En este contexto, Gabriela Paoli, presidenta de Nexum destaca “la soledad no deseada es una experiencia subjetiva que duele, que hace sufrir; incide negativamente en la calidad de vida de las personas que la padecen a través de conductas de riesgo, aumenta el sedentarismo, el riesgo de padecer un amplio abanico de enfermedades, un descenso del sistema inmune e incluso incrementa un 26% el riesgo de mortalidad prematura”.
La soledad y sus efectos en adolescentes y jóvenes
“El vínculo con personas significativas y la pertenencia a grupos sociales es fundamental para el desarrollo cognitivo y afectivo de los adolescentes y jóvenes” afirma Paoli. La falta de relaciones significativas puede provocar tristeza, malestar, aburrimiento, emociones positivas reducidas, sentimientos de vacío, aislamiento social y angustia. Estos sentimientos pueden ser perjudiciales para el desarrollo de su autoestima, autoconfianza y bienestar emocional. “Además, la soledad en la infancia y adolescencia tiene consecuencias negativas para la salud mental en etapas posteriores de la vida” señala la experta. Varios estudios han demostrado que la soledad es un factor de riesgo para la salud mental y física, afectando además la calidad de vida, asociada a problemas como ansiedad, depresión, aumento del riesgo de suicidio, mala calidad del sueño y cambios fisiológicos.
La compañía artificial y eclosión de la economía de la soledad
Por otro lado, tal y como señala Paoli, este creciente aumento de la soledad y el aislamiento social produce que los jóvenes busquen alternativas en la compañía artificial y se descarguen aplicaciones como Replika, Paradot, Chai o Chatbots, para mantener conversaciones y crear un “amigo” a la carta. Paoli aclara que “es importante recordar que la IA per se no es mala o negativa, sino que depende del uso que le demos. Y como profesional de la salud mental debo insistir en sus consecuencias sobre un mal uso o abuso, llegando en muchos casos a crear una dependencia o adicción”. Entre los efectos negativos que puede tener la IA en la salud mental, se encuentran: aislamiento social, problemas de autoestima, merma en las habilidades socio-afectivas, pérdida de interés por actividades placenteras, sobrecarga de información o ansiedad o estrés.
Señales a tener en cuenta
¿Cómo podemos saber que un adolescente está empezando a aislarse y que puede caer en una soledad no deseada? Paoli destaca algunas señales:
- Aumento del tiempo online (redes sociales, videojuegos, series, YouTube...). - Reducción de la comunicación e interacción con la familia y amigos. - Falta de interés en actividades sociales y deportivas. - Cambios en los patrones de sueño. - Bajo interés y compromiso hacia los estudios o trabajo. - Cambios en la apariencia personal, dejadez en higiene y vestimenta. - Cambios en el apetito y en el estado de ánimo. - Apatía, desmotivación, tristeza, desesperanza.
Con la “U” de urgente: es un problema de salud pública
Como describe el último Informe barómetro de la soledad no deseada, esta se encuentra en forma de “U” (Gabriela plantea la “U” de urgente). Es decir que la soledad no deseada es más frecuente entre las personas más jóvenes, menor en la edad adulta media, y más común entre las personas mayores. Además, también plantea la prevalencia de la soledad de la sociedad y detalla que una persona de cada cinco sufre soledad no deseada en España, es decir alcanza ya a un 20% de la población.
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