SORPRESA: El índice Stoxx 600 de Europa se encuentra a un 5% de su máximo histórico y es la región con mejores resultados este año. Algunos valores, como el FTSE 100 británico y el OMX 20 danés, ya han alcanzado máximos históricos. Uno de los principales motores es el sorprendente comportamiento de los beneficios. El crecimiento del 9% registrado por Europa en el cuarto trimestre supera al del S&P 500 y contrarresta las bajas expectativas (véase el gráfico). Las sorpresas están impulsadas por unos valores energéticos y financieros muy ponderados, y con un viento de cola de un euro más débil. Esto está impulsando mayores márgenes de beneficios, en contraste con EE.UU.
Asimismo, seguimos observando unas valoraciones por debajo de la media, dado el apoyo adicional, junto con los fundamentos de unos precios del gas natural más bajos y la reapertura de China.
BENEFICIOS: Casi la mitad del Stoxx 600 europeo ha presentado ya sus resultados del cuarto trimestre, y el crecimiento de los ingresos es del 4%, mientras que el de los beneficios es del 9%. Ambos superan ampliamente las previsiones de consenso, que se han reducido considerablemente, y son positivos, incluso si se excluye el sector energético. El crecimiento absoluto y las sorpresas al alza han estado liderados por los sectores energético y financiero. Se están beneficiando, respectivamente, de los altos precios del petróleo y de la primera subida de tipos del BCE en más de una década. El mayor crecimiento se ha producido en Italia (+31%) y el Reino Unido (+25%), mientras que Suecia (-41%) y Francia (+4%) han sido los más débiles.
PERSPECTIVAS: Sigue habiendo muchos nubarrones en el horizonte. Los riesgos de recesión siguen siendo elevados, y el reciente fortalecimiento del euro es un viento en contra para los numerosos exportadores de la región. Sus beneficios son más cíclicos y con menores márgenes de beneficio neto que la mayoría. Pero las expectativas de crecimiento de los beneficios ya prevén una fuerte desaceleración y son las más bajas de las principales regiones, mientras que las bajas valoraciones, incluso tras el reciente repunte, son un apoyo. Su PER de 13 veces es un 10% inferior a la media a largo plazo y un 30% inferior al de EE.UU.. Los flujos de fondos se han recuperado, pero aún queda mucho por hacer tras una década de rendimiento inferior.
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