El pasado viernes 24 tuvo lugar en la Quinta de la Fuente del Berro (Madrid) un nuevo recital auspiciado por el Grupo Retablo, conformado en su esencia por la rapsoda, bailarina y dinamizadora cultural Mayte Domínguez y el pianista, compositor y poeta Pablo Bethencourt.
Como poetas invitados al susodicho recital acudimos Cecilia Álvarez, una poeta intimista, de gran sutileza, que, de manera tenuemente evocativa parece transitar a través de sus versos encandiladores parajes externos e intrínsecos; Andrés Pinar Godoy, vate de tenor más discursivo que en sus composiciones asimismo parecería querer bogar por ascender, paulatinamente, escalones sapienciales, verso a verso, que diría aquel.
Mientras avanzaba el recital, pude percatarme de que compartía, Pinar Godoy, con Cecilia Álvarez, ese soplo de sugeridor aliento lírico que otorga vaporosa impronta al versal conglomerado, si bien decantándose la balanza más hacia la antedicha especulativa discursividad, como decimos, en Pinar.
Un panorama este que aquí está siendo trazado por el que escribe, a golpe de tecla y remembranza, al que tuve el placer de contribuir con dos piezas, aparte las que interpretaron Mayte Domínguez y Pablo Bethencourt Attias (dos de cada interviniente habitúan a poner en liza). Y de Bethencourt quería yo hablar para finalizar este recordativo opúsculo, pues la reverberación que en el alma de quien lo escucha logra este pianista con sus interpretaciones es del todo sobrecogedora y hacen entender de manera más vívida a Fray Luis de León cuando este dedicó su “Oda a Salinas”, toda vez que se debió ver en no muy disímil tesitura.
Lo dicho, fue un placer coparticipar nuevamente en uno de los eventos del ciclo “Todo es poesía” que ya suma su V edición.
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